La Fiscalía de Menores de Sevilla ha impuesto a 10 menores la obligación de cumplir entre 60 y 100 horas de trabajo social en un centro para discapacitados por grabar en un móvil la vejación a una compañera con síndrome de Down y difundirla en internet. La madre de uno de los chavales descubrió las imágenes en el ordenador de su casa e informó al instituto de los implicados.

El suceso se produjo el pasado 30 de enero en un instituto de secundaria Sevilla. En la grabación se ve como dos jóvenes de 15 y 16 años arrinconan a la joven y se mofan de ella mientras le hacen preguntas obscenas y escabrosas y la obligan a repetir comentarios de índole sexual.

SENTENCIA EJEMPLARIZANTE Aunque los jóvenes dicen estar arrepentidos, la Asociación de Síndrome de Down en Sevilla considera "ejemplarizante" la sentencia, "ya que permitirá a los chavales comprender mejor esta discapacidad". La Junta de Andalucía deberá designar el centro de la asociación donde cumplirán la pena.

La consejera de Educación de la Junta de Andalucía, Cándida Martínez, manifestó que su departamento "colaborará con la justicia" y, por otra parte, "dará todo el apoyo que sea necesario a esa joven y a su familia".

El hecho fue denunciado hace un mes por la madre de uno de los implicados en el caso. El Fiscal de Menores ha ordenado para los detenidos, todos alumnos del mismo Instituto de Enseñanza Secundaria, en función de su participación en los hechos, el desarrollo de un trabajo social en un centro de atención a niños con síndrome de Down.

Los adolescentes, entre los que se encuentra una chica, están acusados de un delito de trato degradante y vejatorio a una compañera, después de que la madre de uno de ellos los denunciara tras encontrar en el ordenador de su hijo el vídeo que grabaron con el móvil y en el que unos jóvenes hacían a una chica comentarios soeces "de gran dureza" e incluso de carácter sexual.

La denunciante, C.D.Z., una mujer de mediana edad y madre de uno de los adolescentes, hizo una copia de la grabación y, tras interrogar a su hijo acerca de su procedencia, se dirigió a la dirección del instituto para contar lo sucedido, donde averiguó que las imágenes fueron difundidas por internet.

La directora del centro se dirigió a interponer la denuncia a la Policía, a quien entregó un CD que contenía la totalidad de la grabación. La distribución por internet supone una circunstancia que agrava el delito, dada la publicidad que conlleva mostrarlo en un medio de masas.