Barroco y devoción en el corazón de Andalucía

La Semana Santa de Cabra se presenta abierta un año más abierta a la participación de los egabrenses y de aquellos que visiten la ciudad para disfrutar de los sentidos, a través del rico y magnífico patrimonio histórico-artístico que sus 29 cofradías, a través de sus 32 cortejos procesionales, sacan a la calle de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección. Una Semana Santa que atesora un legado con cinco siglos de historia y, avalado más si cabe, por la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1989. Imágenes llenas de calidad, de los más variados estilos, que portadas a hombros de sus hermanos costaleros, están repletas de toda una serie de elementos y símbolos tradicionales, presentados en los más variados estilos de ser procesionados por las calles y plazas, acompañados de largas filas de capuchones con cirios, cruces y cadenas o faroles.

Toda una exposición de tradición y arte en la calle, en la que perviven elementos propios de la Semana Santa egabrense y que no se ha visto contaminada por aquellos procedentes de Sevilla, permiten disfrutar de judíos y romanos, tambores y trompetas; añafiles o abejorros (trompetas alargadas). Y la saeta de Cabra, con su singular toná y letras.

Arte barroco de artistas de los siglos XVII y XVIII, cargado de devoción puede verse en estos días en las calles de Cabra, en sus templos, en callejuelas y avenidas con el olor a azahar, propio de los primeros días de la primavera.

Tradición que se adapta a los nuevos tiempos, a través de la juventud que se hace cargo de cofradías y hermandades centenarias, que hacen posible la permanencia de esta serie de manifestaciones donde no faltan en los días previos sus actos y cultos cuaresmales.

Toda una explosión de fervor, que como apuntaba Antonio Ramón Jiménez en uno de los Cuadernos Egabrenses, editado por el Ayuntamiento de Cabra, queda reflejada en las imágenes que procesionan, en la que «cabría destacar las más antiguas como la Virgen de la Soledad, el Cristo del Calvario, Jesús del Perdón, el Cristo del Socorro, la Virgen de la Esperanza, el Cristo de la Sangre, Jesús de la Columna o la Virgen del Socorro. Algunas de ellas están atribuidas a Pedro de Mena, José de Mora o Salzillo. Las más recientes, como el Misterio de la Oración en el Huerto, el Lavatorio, la Virgen del Rosario, la Virgen de la Paz o Jesús Resucitado son también obras de destacados imagineros, como Juan Manuel Miñarro, Manuel Escamilla o Martínez Cerrillo. Junto a estos nombres hay que destacar la labor de imagineros egabrenses, como Salvador Guzmán, Campos Serrano o Antonio Albornoz, entre otros».

Preciosos detalles

Sin olvidarse, añade el autor, las piezas de orfebrería donde destaca «la magnífica urna del Santo Sepulcro y destacadas piezas como palios, cruces de guía, respiraderos, candelabros o coronas, realizadas por orfebres como Manuel de los Ríos, Villarreal, Díaz Roncero o hermanos Lama. Los bordados realizados por los antiguos talleres de los conventos de las Dominicas o de las Agustinas egabrenses, se complementan por otros de las Filipenses de Sevilla, las Clarisas de Alcaudete o los talleres de Cristino Lastres o Antonio Villar, entre otros».

En definitiva, durante siete intensos días las calles de Cabra se llenan de esplendor y emoción, en los que las cofradías salen en estación de penitencia, contando con la masiva participación de un pueblo volcado con su Semana Santa. La Semana Santa de Cabra destaca, a parte de por la religiosidad que desprende la celebración y que le da sentido, por la gran cantidad de obras de arte que guarda y que saca a la calle, conservando tallas de los mejores imagineros barrocos y de los siglos XX y XXI, conviviendo en perfecta armonía imágenes con más de 5 siglos y otras mucho más recientes, hecho que convierte la Semana de Pasión egabrense en referente a nivel artístico. Las distintas imágenes que procesionan en la ciudad fueron realizadas en estilos artísticos distintos, según el predominante en la época de ejecución. Cada una de ellas representa un momento de la Pasión de Cristo o del Dolor de María, además de un trasfondo humano y cristiano que transmite el mensaje de Jesús.

La gran mayoría de obras que en la actualidad procesionan en esta Semana Santa son fruto del gran desarrollo de la imaginería, en los siglos XVI, XVII, y XVIII, en sus vertientes andaluzas como son las escuelas granadina y sevillana, propiciadas por la excelente posición de la ciudad en el mapa, que como centro geográfico de la comunidad la hizo partícipe de todas las corrientes escultóricas, generados en la Andalucía de entonces.

Son muy destacables conjuntos escultóricos, como el de las Angustias, de José de Mora, llegado en el siglo XVII a la ciudad y del cual la talla de Cristo Yacente está catalogada como una de las mejores piezas de la imaginería de todos los tiempos. No menos imponente es la Dolorosa de la Soledad, de Pedro de Mena, y gran referente devocional de la comarca.

Son dignas de mención, aún dejando en el tintero otras muchas tallas importantes del siglo XVII y XVIII que no tienen autor identificado o atribución clara, imágenes como la de Jesús Preso o el Misterio de la Columna y Azotes, ambos atribuidos a la gubia de Salzillo; la talla del Señor de la Humildad y Paciencia, del círculo de Martínez Montañés; la magnífica dolorosa de la Esperanza, de la escuela granadina, o el Nazareno del Dulce Nombre, atribuido a Pablo de Rojas y perteneciente a la Cofradía de la Misericordia, en la que aún no procesiona.

Resurgir cofrade

Fuera del barroco hay otra serie de tallas de gran valor, pertenecientes al resurgir cofrade del siglo XX y XXI. Buena muestra de ello son la talla del Cristo de la Expiración del valenciano Pío Mollar, el misterio del Descendimiento, del cordobés Antonio Bernal, el misterio del Traslado al Sepulcro, del sevillano Fernando Aguado, o el de la Oración en el Huerto, de Juan Miñarro.

Entre las novedades y estrenos que este año se verán se encuentran entre otras, el nuevo proyecto iconográfico del paso de misterio de la Humildad y Paciencia, que en la madrugada del Viernes Santo, permitirá ver en los respiraderos del paso la representación iconográfica de la venida del Espíritu Santo sobre los discípulos el día de Pentecostés, junto a María Magdalena y la Virgen María, obra del escultor egabrense Luis Rueda.

Estrenos y novedades

La Hermandad de la Sentencia y Nuestra Señora de la Paz, por su parte, verá enriquecido su patrimonio inmaterial con el estreno el próximo Martes Santo, por parte de la Agrupación Musical María Santísima de la Estrella de Granada, de una nueva composición, llamada En tu mirada, Sentencia, dedicada a su titular con motivo del 50 aniversario de la fundación de la cofradía.

Por su parte el Cristo del Perdón, talla atribuida a José de Mora, tras su restauración, saldrá en procesión en la medianoche del Sábado Santo, gracias a la labor realizada por el egabrense Santiago Molina

Otra de las novedades que se esperan, aunque no será en su totalidad para la Semana Santa del presente año, es la de la Cofradía de la Virgen de los Dolores. Se irá convirtiendo en una realidad en próximos años y es el nuevo proyecto de paso de palio para su titular, que será confeccionado por el bordador egabrense Antonio Roldán Nieto.

Otro de los estrenos fueron las nuevas potencias del Cristo de la Sangre, que tuvo lugar el pasado 17 de septiembre de 2022, con motivo de la salida extraordinaria de esta imagen, una de las titulares de la Hermandad de la Vera-Cruz y Remedios, en el marco de los actos que durante el pasado año celebró, con motivo del 500 aniversario de la fundación de la Cofradía. Un proyecto, el de las nuevas potencias, realizado y ejecutado por el orfebre malagueño Adán Jaime, tiene un diseño inspirado en los modelos del siglo XVII. Este orfebre malagueño ya realizó en su día las potencias para la imagen de la Hermandad y Cofradía de Nuestro Padre Jesús en Su Entrada Triunfal en Jerusalén, la Pollinita.

Sábado Santo

Junto a estas novedades, recordar como ya ocurriera con la exposición In nomine dei. Patrimonio artístico de la Semana Santa de Sevilla, organizada por su Consejo de Hermandades y la Fundación Cajasol, y que tuvo lugar en 2021, la Real Hermandad del Santo Entierro de Sevilla solicitó a la cofradía egabrense de Nuestro Padre Jesús de las Necesidades, la cesión de dos de los cuatro ángeles pasionarios de su trono procesional para una exposición, que se realizó en febrero en el Círculo Mercantil de Sevilla, bajo el título Grande. La procesión general del Santo Entierro, ayer y hoy. Estos ángeles, que fueron adquiridos por la hermandad egabrense en 1944 cuando compró el paso del Santísimo Cristo de la Conversión del Buen Ladrón y en cuyas esquinas tenía los cuatro ángeles pasionistas atribuidos a Pedro Roldán, irán también en el paso del Cristo de la Conversión el Sábado Santo, de forma excepcional por su participación en el Santo Entierro Grande de Sevilla.

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