La hermandad del Cristo de la Piedad del popular barrio de las Palmeras llegó ayer a la Catedral en su estación de penitencia. La cofradía salió del popular barrio poco después de las cinco de la tarde con un nutrido cortejo de nazarenos que acompañaban el único paso de la cofradía, el paso del Cristo de la Piedad y María Santísima de Vida, Dulzura y Esperanza Nuestra. Este trono fue exornado con un monte de clavel rojo y acompañado musicalmente por la agrupación musical Santísimo Cristo de la Bondad de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaira.
El paso estrenaba unos faroles en madera, que estaba previsto haber estrenado el pasado año, realizados por los Hermanos López de Torredonjimeno, así como la restauración del paso por José Carlos Rubio. No era el único estreno de la cofradía, ya que llegaba a la carrera oficial acompañado del esteno de dos ciriales realizados por el taller de talla ornamental Ortiz Jurado, así como el ropaje para el cuerpo de acólitos realizado por el propio taller de corte y confección de la cofradía de las Palmeras.
La corporación recorrió el largo camino desde su barrio pasando por Gran Vía Parque o calles como Antonio Maura, República Argentina y desde allí hacia Doctor Fleming para hacer su entrada en la carrera oficial. La hermandad, tras su paso por carrera oficial, volvió al interior de la Mezquita Catedral, finalizando allí su estación de penitencia.
Quizás este año sea el último en que la hermandad procesione la actual imagen, ya que desde hace años el imaginero cordobés Antonio Bernal está realizando una nueva talla en madera del Santísimo Cristo de la Piedad, ya que el que procesionan actualmente presenta distintas deficiencias que han decidido a la hermandad a cambiar al antiguo Cristo por este otro realizado en madera tallada y policromada.
