Sevilla recuperó el Domingo de Ramos tras dos años consecutivos sin procesiones como consecuencia de la pandemia del coronavirus y con buen tiempo, por lo que hasta nueve cofradías de ocho hermandades pudieron hacer su estación de penitencia a la Catedral sin estar pendientes del estado del cielo. La ciudad vivió un intenso Domingo de Ramos después de tres años de espera e incluso cuatro para algunas hermandades, que no pudieron salir a la calle en 2019 por culpa de la lluvia.
A las 14,55 horas se abrían las puertas de la Colegial del Salvador para que saliera el cortejo de los niños nazarenos revestidos con túnica blanca de la Borriquita, en lo que supuso el inicio «oficioso» de esta fiesta mayor de la ciudad. Desde el antiguo Compás de la Laguna, actual plaza de Molviedro, arrancó su estación de penitencia la hermandad de Jesús Despojado de sus Vestiduras y la Virgen de los Dolores y Misericordia. Las puertas de la iglesia de Los Terceros volvió a abrir su puertas para la salida de la cruz de guía de la hermandad de la Sagrada Cena, con sus tres pasos, mientras que desde el barrio de San Julián llegó, como siempre, un numeroso cortejo integrado por cerca de 1.500 nazarenos que acompañaban al crucificado de la Buena Muerte, con la imagen de María Magdalena arrodillada a sus pies, y al palio azul y plata de la Virgen de la Hiniesta, imágenes todas de Castillo Lastrucci.
De la parroquia de la plaza Carmen Benítez, salió la hermandad de San Roque. En el primero de los pasos, Jesús va con la cruz a cuestas con la ayuda del Cireneo -ambas tallas son de Antonio Illanes- y en el segundo, Nuestra Señora de Gracia y Esperanza bajo palio, gubiado por el citado imaginero.
La primera hermandad trianera en cruzar el puente de Isabel II fue la de La Estrella, que tiene su sede canónica en la capilla de San Jacinto. A las 19,55 horas, este año con luz diurna, salió la hermandad de la Amargura desde la iglesia de San Juan de la Palma, con el acompañamiento un año más de la banda de cornetas de las Tres Caídas de Triana tras el misterio de Herodes. La última cofradía fue la hermandad del Amor, que bajó también la rampa del Salvador, como antes había hecho el primero de sus pasos, el de la Sagrada Entrada en Jerusalén. Los enlutados nazarenos de esta cofradía acompañaron al crucificado de Juan de Mesa (1620) y el palio de la Virgen del Socorro.
También la ciudad de Málaga ha recuperado un Domingo de Ramos en el que ha participado el actor Antonio Banderas formando parte del desfile procesional de las Reales Cofradías Fusionadas junto al trono de María Santísima de Lágrimas y Favores, del que es mayordomo. Banderas llegó a la iglesia de San Juan casi una hora antes del comienzo de la procesión y se vistió de cofrade en las dependencias de su hermandad, donde se mostró cercano con los que le pidieron una foto. El actor ejerció un año más de mayordomo del trono y en la salida de la procesión estuvieron presentes el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y el presidente de la Agrupación de Cofradías, Pablo Atencia, entre otros.
