Las hermandades han participado hoy, Sábado de Pasión, en una Semana Santa sin procesiones en las calles. De este modo, estas jóvenes corporaciones fueron las primeras que celebraron sus actos de veneración a sus titulares en una jornada donde hubo casi de todo menos procesiones.

Así hubo tiempo para la música cofrade. En esta ocasión el colegio Virgen de la Esperanza acogió un concierto al aire libre de la banda de música de la Esperanza, un recital dedicado a la memoria del periodista, recientemente fallecido y vinculado a la formación musical, José Prieto Sicilia. En el mismo se pudieron escuchar marchas, la mayoría dedicadas a la Virgen de la Esperanza, como Esperanza cordobesa, que a más de uno le hizo volar la imaginación a un Domingo de Ramos donde la guapa Virgen de la Esperanza cruzaba el dintel de su parroquia camino de la Catedral.

Pero para ese momento habrá que esperar a otro año. Este habrá que conformarse con veneraciones a los titulares, con besos al aire sin poderse acercar a ellos. Así estuvo el Cristo de las Lágrimas en la parroquia de la Asunción del Parque Figueroa, el Crucificado de Miguel Arjona recibió la visita de sus devotos y vecinos del barrio.

Otro barrio, el de Cañero, también se acercó a la parroquia de san Vicente Ferrer para venerar a Nuestro Padre Jesús de los Afligidos. El Señor estuvo expuesto exornado con flor morada y escoltado por cirios.

De iglesia en iglesia, fue pasando el Sábado de Pasión con la nostalgia de otro año, como recordaban algunos cofrades en la puerta de la parroquia de Nuestra Señora de la Aurora de la barriada de Fátima, donde se pudieron ver a los titulares de la pro-hermandad de la O, Nuestro Padre Jesús de la Victoria y María Santísima de la O. Las imágenes lucieron en el atrio en un efímero altar montado por la priostía de la joven pro-hermandad.

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Sábado de Pasión Chencho Martínez y Manuel Murillo

Casi en paralelo recibían culto los titulares de la agrupación parroquial del Traslado al Sepulcro en la parroquia de Nuestra Señora de Consolación (barriada de la Paz).

Y de nuevo la música, esta vez en Salesianos, organizado por la hermandad del Prendimiento. El santuario de María Auxiliadora acogió un concierto solidario de Cuaresma bajo el título de Reus Mortis, a cargo del coro y orquesta Auxilium Christianorum, donde sobresalió un escogido y apropiado repertorio propio de este tiempo litúrgico que nos acerca a la Semana Santa.

La noche se cerró con la saeta en la mítica plaza de Capuchinos, un tradicional acto organizado por la Agrupación de Cofradías de Córdoba dedicado a la célebre saetera María Zambrano La Talegona. Este acto estuvo a cargo del cofrade José Luis Romero acompañado de un notable elenco de saeteros, que con sus voces llenaron la plaza de emoción y sentimiento en una tarde de Sábado de Pasión que anticipaba las vísperas de una atípica Semana Santa.