Para los niños, a los que un día de plazo le parece una eternidad, tener que aguardar dos años para salir con la Entrada Triunfal debe de serle una espera insoportable. Y es que al repasar las fotos de las caritas de desilusión del año pasado, a uno se le encoge el corazón.

Pero afortunadamente no fue el caso de ayer, un espléndido arranque de Semana Santa con la popular hermandad de La Borriquita, con Nuestra Señora de la Palma exornada de blanco con un toque en rosa, muchísima ilusionada chiquillería y estrenando la tercera edición de una carrera oficial en la Mezquita-Catedral, incluidas mejoras como la de la rampa de acceso a la Puerta del Perdón. Eso sí, tuvieron que entrar en carrera oficial sin la palmera del paso del misterio, que se desprendió en una levantá cerca de la Cruz del Rastro. Que lo perfecto, si una pega que sirva para apreciarlo, tampoco es tan bueno.