En España, la mitad de las personas tienen diagnosticado colesterol alto. Los triglicéridos son el enemigo público número uno, y todos sabemos qué es lo primero que el médico te retira de la dieta cuando en los análisis empieza a aparecer el temido LDL. Por suerte, Mercadona ha puesto a la venta una variedad de queso que no solo no tiene colesterol ‘malo’, sino que favorece la circulación del ‘bueno’.

Encontrar un queso que tenga pocas calorías y que, encima, favorezca el colesterol bueno no es fácil. Pero a partir de ahora, vamos a tenerlo muy a la mano: en los lineales de la marca de comestibles más popular de nuestros barrios, Hacendado. 

Se llama Queso Cottage y, aunque lo comercializa Mercadona, lo fabrica Falkenberg Dairy: una marca de origen sueco. Los ingredientes con los que está fabricado este queso son nata, leche pasteurizada de vaca, sal, cuajo microbiano, lácteos y E202 (un conservante). 

Queso fresco cottage -Mercadona

¿Por qué el queso cottage del Mercadona es bueno para el colesterol?

La razón principal para consumir queso cottage del Mercadona si vamos mal del colesterol es que aporta menos de 100 calorías por cada 100 gramos de producto; 14 gramos de proteína, 1.6 de azúcar y tan solo 4 gramos de grasas (de ellas 2,6 saturadas). 

El queso cottage del Mercadona es ideal para incluir en dietas hipocalóricas y menús semanales para bajar el colesterol sin renunciar a uno de los ingredientes más apreciados de la gastronomía española (y mundial).

Además, otro de los grandes beneficios de incorporar el queso cottage del Mercadona a nuestra dieta habitual es el aporte de calcio: necesario para la prevención de la osteoporosis. 

¿Cuánto cuesta el queso cottage del Mercadona? 

El precio del queso cottage del mercadona es 1,20€ el bote de 200 gramos, y puede encontrarse en la sección de lácteos de la cadena valenciana. 

¿Cómo se come el queso cottage del Mercadona?

La forma más habitual de introducir el queso cottage en la dieta semanal es como complemento en desayunos, meriendas y cenas ligeras: por ejemplo, añadiendo una cucharada a un bol de frutas; a las tostadas que comemos por la mañana con aguacate (que también ayuda a reducir el colesterol) o para preparar postres bajos en grasas y aptos para hiperlipidémicos.