La levotiroxina sódica es el conocido Eutirox, el medicamento más prescrito para tratar el hipotiroidismo. Este fármaco también está indicado en casos de trastornos en los que hay que suprimir la secreción de tirotropina (TSH).
El Eutirox o levotiroxina es un análogo sintético de las hormonas tiroideas naturales (tetraiodotironina y triyodotironina), que son secretadas por la glándula tiroides. La administración exógena cubre el déficit de estas hormonas.
El uso del medicamento tiene como objetivo suplementar la segregación de hormonas cuando se desarrolla hipotiroidismo primario o secundario de cualquier etiología. La dosis y las pautas de administración varían en función de la situación clínica de cada paciente.
No obstante, sí existen rangos generales determinados por la edad. En todos estos casos, la ingesta de levotiroxina sódica debe producirse con el estómago vacío y en una sola toma, preferentemente por la mañana.
¿Qué efectos secundarios se relacionan con la levotiroxina sódica?
El fármaco para el hipotiroidismo puede provocar efectos adversos a nivel cardiovascular (taquicardias, palpitaciones, arritmias) y a nivel del sistema nervioso central (insomnio, irritabilidad, dificultad para conciliar el sueño).
El sistema nervioso periférico también puede verse afectado, con calambres, sudoración intensa e intolerancia al calor.
En algunos casos se activa el aumento de apetito y el adelgazamiento excesivo. Los efectos secundarios se producen por una dosis excesiva y desaparecen una vez se regula el tratamiento.
Una sobredosis muy elevada de levotiroxina obliga a un periodo de seguimiento, ya que muchos síntomas no aparecen hasta pasados seis días o una semana del episodio.
Los tratamientos para hacer frente a esta sobredosis son la inducción al vómito y el lavado gástrico y la administración de oxígeno y ventilación asistida en caso de shock. Las situaciones más graves pueden obligar a una plasmaféresis.
De este medicamento no se conocen datos específicos en niños, aunque sí es cierto que la dosis recomendable a edades tempranas es menor que en las personas adultas.
