Pozoblanco ha celebrado la fiesta en honor a la Virgen de las Mercedes de una manera completamente diferente a como se ha vivido otros años, siguiendo la línea marcada en todos los municipios para evitar aglomeraciones y con ello los contagios por el Covid-19 que llevó a Ayuntamiento a suspender la feria. Este año, el traslado de la Virgen desde su ermita hasta la iglesia de Santa Catalina y el regreso de nuevo a su templo se ha hecho de manera totalmente privada y ha estado a cargo de un grupo de jóvenes, sin procesión ni acompañamiento oficial. La imagen ha permanecido unos días en el altar mayor de la iglesia parroquial de Santa Catalina donde el 24 de septiembre se celebró una misa su honor que congregó a numerosos fieles.

En la calle, a pesar del silencio en el real de la feria y en el coso de Los Llanos, la falta de adornos en las calles que solo se dejaron ver tímidamente en algunos en escaparates de la localidad, la ausencia de represesentaciones teatrales en El Silo o la no celebración de la exposición nacional de arte organizada anualmente por el Círculo de Bellas Artes; la presencia de un único puesto de turrón en la popular calle de la feria, algún grupo de caballistas y los anuncios que invitaban a degustaciones gastronómicas en algunos bares y restaurantes, muchos pozoalbenses no han querido dejar de llenar, según el día y la hora, algunas terrazas de bares y restaurantes para pasar un rato con amigos y familiares. Algo que ha preocupado a otros vecinos que han expresado su temor porque estas reuniones, que también se han producido de manera privada en el campo, puedan traer un aumento de los contagios por coronavirus en la localidad en los próximos días. Desde el Ayuntamiento y los propios hosteleros se había pedido precaución a quienes optaran por reunirse para celebrar la «no feria».

Paralelamente, el viernes, 25 de septiembre, el Ayuntamiento pozoalbense quiso repartir un menú especial con motivo de la Feria a las 250 personas mayores que actualmente son usuarias del servicio de ayuda a domicilio que lleva a cabo el Consistorio a través de la empresa Clece.

También las responsables del Comedor social de Acuide han repartido entre sus usuarios un nú especial para feria en tiempo de pandemia.

Ahora solo cabe esperar la celebración de la fiesta en el 2021.