Un Córdoba Futsal rabioso se gana una vida extra ante el Manzanares

Siguen en el hilo. El Córdoba Futsal ganó, gustó y convenció en un triunfo que vale su peso en oro ante el Manzanares bajo el aliento de Vista Alegre (5-1), sede y testigo de un recital de los hombres de Josan González para superar con maña y acierto otro pulso a la permanencia, que deja al combinado cordobés situado fuera de los puestos de descenso y con el revulsivo de haber implicado y doblegado a un rival directo -también en el terreno de golaverage- en las cercanías del farolillo rojo durante el tramo más decisivo de la temporada. Un recital ofensivo, a fin de cuentas, orquestado por una brigada de jugones a la que abanderó Pablo del Moral con dos dianas relámpago, secundado por el acierto de Lucas Perin y la doble sentencia hilada entre dos figuras expertas como Zequi y Miguelín, que llevaron el éxtasis al feudo blanquiverde por segunda jornada consecutiva.

Un arranque de impacto

Partiendo en situación delicada -colistas al inicio del duelo- y decididos a mejorar el contexto, los de Josan González saltaron a escena sin remilgos y con un quinteto altamente ofensivo. Fabio bajo palos, secundado por Pablo del Moral y Lucas Bolo aplicados en labores defensivas, con Lucas Perin y Álex Viana abanderando la propuesta en la punta de lanza. No es de extrañar que, tras un brevísimo tanteo, las primeras ocasiones comenzaran a caer del lado local, empujado por un Vista Alegre altamente decidido. Perin, así, tuvo la opción de abrir la lata en los compases iniciales con un potente disparo que desarmó Antonio Navarro por abajo, siendo acto seguido Viana el encargado de probar nuevamente suerte a media distancia, con idéntico desenlace. Pablo del Moral, en la acción posterior, no obstante, confirmó la idea de golpear primero, superando al meta manchego tras una sucesión de rechaces para adelantar a los blanquiverdes apenas cumplidos los tres primeros minutos de juego.

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Y es que entre ritmo, tensión y nervios, precedidos de la diana del madrileño, el reloj siguió cobrándose buena parte del primer acto, con espacio para un reguero de tentativas abanderadas por un Saura insistente. En busca del segundo gol, precisamente, los de Josan González, también por encima en confianza y en el marcador,  tuvieron la opción de abrir distancias en botas del ariete murciano, que topó una y otra vez con Navarro, incluso en la ejecución de un doble penalti que acabó marchándose a la izquierda de su portería. En la parte opuesta, los manchegos tantearon a Fabio con un recurso tan sencillo como peligroso: el juego directo y los disparos lejanos. Por mediación de Cortés tuvieron sus mejores opciones antes del descanso, con vía libre para ensayar golpeos desde la frontal que demandaron algunas manos de mérito del meta balear, incluso topando una en la madera tras un soberbio trallazo.

Miguelín y Jesulito, en la misma línea, también cerraron la primera mitad de encuentro acumulando aproximaciones en dirección al arco azulón, principalmente, desde fuera del área, aunque sin suerte ni fortuna para perforar las mallas de nuevo hasta al menos una vez rebasado el ecuador, que llegó con un Manzanares ahogado por las faltas y el juego blanquiverde.

Intercambio de zarpazos

El segundo acto arrancó en los mismos cauces. Menos de medio minuto, con una marcha más eléctrica que el de la primera mitad, eso sí, bastó para que Pablo del Moral sumara la segunda diana de su cuenta, superando a Navarro en una acción eléctrica tras el resonar del pitido de la reanudación, por abajo, con sutil toque pero bella definición y poniendo el 2-0 en el electrónico de la contienda. Un marcador, además, que acabaría tambaleándose apenas unos compases después con una vaselina exquisita de Jesulito que solo pudo frenar el travesaño para evitar el tercero de la tarde-noche, a la que seguidamente trató de sumarse Jesús Rodríguez tras una transición brillante, pero sin llegar a conectar con todo a favor en el segundo palo cuando ya se gestaba el tercero de los festejos locales sobre la pista.

Todo parecía controlado. Los de Josan González apretaban, hacían y deshacían ante un Manzanares tambaleante en cada arremetida cordobesa, sin receta ni guion para aguantar ni siquiera frenar el empaque. Un plantel revelación venido a menos, plagado de estrellas y obnubilado por una racha de juego y sensaciones que despertaron una comunión descomunal con la grada blanquiverde, que también, por su lado, olía la sangre y demandaba la sentencia. Sin embargo, en el mejor momento -y el peor visitante, respectivamente- la escaleta de la cita dio un volantazo con una diana rápida y fugaz del cordobés Rafa López, cabecilla de la reacción manchega con un 2-1 que apenas tuvo tiempo para asentarse en el duelo.

Lucas Perin fuerza el guion

La respuesta blanquiverde fue instantánea. A la voluntad manzanareña, respondió un Lucas Perin decidido a forzar el guion una vez más en Vista Alegre, con una acción individual antológica hilada desde banda izquierda para acabar superando a Navarro con un trallazo cruzado, derecho a las mallas, así como a los resúmenes de la jornada en Primera División, para devolver el marcador a los mismos márgenes que exactamente un par de lances después. De la exigencia, a la obligación, también pasó el cuadro tutelado por Juanlu Alonso, replicando con la carta del juego de cinco para buscar otra vez acortar distancias, elevando su línea y empujando al arco en el que Fabio hacía tiempo que permanecía como otro espectador de la velada.

En ese contexto y jugando con las urgencias del adversario, Josan González sacó la batuta y activó el modo orquesta en sus hombres de ataque, situando a Zequi como ariete y encargado de sentenciar la pugna con la cuarta diana, sin oposición y aprovechando un contraataque relámpago. Minutos después, con un ligero conato de reacción visitante de por medio, Miguelín mató el encuentro, de la misma forma, con la misma tranquilidad, y levantando el mismo júbilo. A fin de cuentas, el Córdoba Futsal salió victorioso ante el Manzanares para ganarse el derecho a una vida extra en la batalla por la permanencia en la máxima categoría.

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