San Juan de Palomares 8

Una pareja de mirlos ha vuelto a anidar este año, tan campantes, en el patio de Gabriel y Julia, donde bajo su enorme pacífico (el mayor árbol de esta especie que existe en Córdoba y que forma un toldo natural de hojas y gigantescas flores en el patio) también están «las tortugas, dos cotorras, el canario, los peces, el perro, mi marido...», bromea Julia, que no puede evitar rematar el chiste al hablar de la fauna del patio. Y tampoco se queda corto el patio en cuanto a elementos castizos (pavimento, pozo, fuente, pila o imagen de San Rafael) y variedad de antigüedades y de plantas, que parecen querer escaparse hacia la fachada (también participa en el Concurso de Rejas y Balcones) y con un espléndido arriate junto a la entrada. El patio, que sigue la estructura de una casa de vecinos del siglo XIX en la que tenía su taller el imaginero Antonio Castillo Ariza, tío de Gabriel, es de los recintos del concurso municipal a los que las semanas alternas de calor y lluvia de esta primavera les ha sentado de maravilla, habiendo recuperado su nivel de agua el pozo medieval, cuyo interior está sutil y misteriosamente iluminado. Asómense.