ARQUITECTURA ANTIGUA: (categoría A). Más de 100 metros.

PREMIOS: Primer premio: 1984, 1991, 1994, 2002 y 2003. Segundo premio: 1989, 1996, 2009, 2013 y 2017. Otros reconocimientos: tercero (1990, 1992, 1995 y 2006), cuarto (1985 y 1986), quinto (1980 y 2018), sexto (1979), accésits (1987, 1988, 1993 y 2012), mención (2004), variedad floral (1997, 1998 y 1999) y aprovechamiento de elementos (2001).

La profusión de gitanillas en fila hasta el infinito será de nuevo la baza de Martín de Roa 9, otro de los patios más premiados de la historia del concurso e imprescindible en esta edición del centenario. El efecto es tan abrumador e hipnótico que a muchos visitantes del Patio del Langosta se les pasa por alto la belleza de rincones como el de la barandilla de la entrada o ese frontal laberíntico donde las gitanillas ascienden hasta el cielo. Sin embargo, Antonio adelanta que tampoco faltarán geranios, pericones, surfíneas o alegrías guineanas para acompañar a las cientos de gitanillas. El recinto no tiene desperdicio para el disfrute, más aún tras el 2010 en el que Vimcorsa, cuando andaba boyante, compró el inmueble junto al de Martín de Roa 7 para salvarlo del derribo, lo adaptó con comodidades modernas y se lo entregó en alquiler a los propios antiguos residentes.

CUIDADORES: Antonio Alonso, Pilar García, Manuel García y Mari Torres.

EL DETALLE: Aunque las gitanillas ‘hipnoticen’, la estrecha escalera o la barandilla sobre la entrada son algunos de los rincones que no hay que perderse.

LA PLANTA: A pesar de ser el patio con más gitanillas, los pericones, la flor que más le gustaba a Juan ‘El Langosta’, no falta nunca en su patio para recordarlo.