Mascarillas

En unos días estaremos libres de mascarillas en el transporte público y ya quedaremos ‘empoderados’ para toser y estornudar sobre las nucas de los demás pasajeros. Supongo que formará parte del plan del Gobierno para que nos vayamos contagiando unos a otros y la población obtenga una inmunización natural al estilo del famoso «moco de guardería» que en los primeros meses de curso arrasa en las escuelas infantiles. Bromas aparte, cuando el 8 de febrero se exima de su uso obligatorio, la responsabilidad recae en cada persona, libre de ponérsela para protegerse y proteger a los demás. Podrían haber esperado a que se pasara el frío, pero no, se ve que era urgente.

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