Este comienzo del siglo XXI está resultando insólito y complejo en algunos aspectos de nuestra vida cotidiana, influyendo notablemente en comportamientos humanos difíciles de entender. Cito tres ejemplos:

Todo comenzó en la ciudad Wuhan (provincia de Hubei, en China), cuando se produjo el primer caso de covid-19, propagándose por toda la humanidad, provocando millones de contagios y muertos y, sobre todo, ordenando el confinamiento general de la población. Ahora bien: si las normas son iguales para todos, ¿por qué algunos se saltaron dichas medidas a la torera, sin castigo alguno? Organizando fiestas o conciertos para el divertimento de unos pocos.

Por otro lado, un servidor pensaba que en una sociedad tan moderna y avanzada como la nuestra, el hombre había abandonado el belicismo, imperándose la paz, la cordura y el diálogo entre todos los países, y no habría más guerras entre países en el planeta. Nada más lejos de la realidad: en Febrero del 2021 el imperio ruso que gobierna Vladimir Putin invade y declara la guerra a Ucrania, aplaudiendo todo el pueblo ruso en multitud en un gran estadio. ¿Dónde está en esta ocasión la paz mundial?

Lo más grave y absurdo ocurre en barriadas de Madrid: grupos de jóvenes se citan en la calle para organizar actos violentos y colgarlos en internet, sin que las autoridades competentes hagan nada por impedirlo.

¿Qué está pasando durante este siglo en este globo terrestre? Sería interesante una reflexión profunda sobre hacia dónde camina la Humanidad.