Hace 25 años que asesinaron a nuestras policías locales Mari Ángeles y Marisol y un grupo de personas consideramos que era un momento para recordarlas una vez más, mostrar a sus familias nuestro compromiso con ellas, con lo que representan y mostrarles que siempre habitarán en nuestro corazón.

Y nos pusimos a trabajar, teniendo desde el primer momento una extraordinaria respuesta de todas las instituciones y personas a las que nos dirigimos. Es por ello que queremos mostrar nuestro agradecimiento al Ayuntamiento de Còrdoba, a la Diputación Provincial, Aucorsa, Asociación Provincial del Taxi Córdoba, Iglesia San Miguel, a su cura párroco Don Pedro, a D.Jose Luis y Lucía Fernández, a Javier Campos, a Ángel Casares y a cuantos han colaborado y participado en el acto. Mención aparte merecen las familias de Mari Ángeles y Marisol y Manuel Castaño. Quiero decir a todos ellos y a Córdoba gracias por mostrar su compromiso y solidaridad con nuestras policías locales, a las que nunca nuestra ciudad olvidará.

Con mucho cariño se preparó todo, desde el respeto y lealtad a nuestras policías y a toda la plantilla de la Policía Local.

Pero me siento también en la obligación, a título personal, de contar lo acontecido. Cuando todo estaba preparado, coordinado y autorizado por el Ayuntamiento, 15 minutos antes de que comenzara el acto, el Jefe de la Policía Local, para desde una actitud poco comprensible, pues todo estaba autorizado, vino a decir que se haría lo que él considerarse, sin tener en cuenta el trabajo realizado por las personas, ni querer escuchar cómo se había preparado, organizado todo teniendo en cuenta el tiempo de pandemia que vivimos. El transcurso del acto, además, estaba consultado a las familias, a profesionales del Ayuntamiento y por supuesto lo que queríamos era que ejerciera su función de jefe de la Policía Local, en aquello que le compete y todo saliera bien, pero no despreciar lo que los demás habíamos hecho. Queríamos que nos escuchara, que nos atendiera, pero me encontré con una actitud falta de sensibilidad humana y profesional, algo que nunca pude pensar que pasara. Por último, manifestar que a pesar de todo ello el acto se celebró ya que estaba autorizado y pudimos mostrar en el 25 aniversario nuestro cariño, reconocimiento, recuerdo a Mari Ángeles y Marisol, nuestras por siempre policías locales y el agradecimiento de corazón a sus familias.

Quedo a entera disposición de los policías Locales de Córdoba. Un fuerte abrazo.