Opinión | EL ALEGATO

Los de la Sala Cuarta

¿Si tiene taquicardias iría al otorrino? Además de buen profesional del Derecho hay que ser ético. Si hay que decir «no es mi especialidad» antes de meterse en camisa de once varas, se remite al cliente a otro compañero especializado en la materia solicitada y por ello no se pierde ni un ápice de calidad profesional.

Últimamente, (sobre todo desde que los Juzgados de lo Social dejaron de estar en régimen de «apartheid» en la calle Doce de Octubre y quedaron integrados en la Ciudad de la Justicia), veo que cualquier abogado se atreve a lanzarse al ruedo de lo Social como si este consistiera en una capea comparada con la lidia de los morlacos que acostumbran en sus jurisdicciones habituales. Olvidan que hasta el rabo todo es toro.

La Jurisdicción Social, a la que tengo el honor de dedicarme desde hace más de 30 años, cuando los Juzgados de lo Social se llamaban Magistraturas de Trabajo, no es ni más ni menos importante que cualquier otra, pero no es apta para «generalistas».

Los laboralistas desayunamos a diario con reformas en el BOE que hemos de estudiar con carácter de urgencia porque pueden estar cambiándonos el informe de nuestro próximo juicio.

Los abogados laboralistas y los graduados sociales, que siempre hemos ido de la mano y tratado mutuamente como hermanos de jurisdicción, nos despertamos muchas veces sobresaltados sin tener muy claro si es real o pesadilla tener que seguir sumando tramos diferentes al cálculo indemnizatorio del despido o si en los últimos días nos ha cambiado el criterio jurisprudencial sobre los requisitos para ser beneficiario de viudedad o del complemento por brecha de género.

Incluso los jueces y magistrados de esta Jurisdicción merecen ser reconocidos por su ímprobo esfuerzo para el dictado de sentencias acordes a los últimos y mudables criterios jurisprudenciales de Tribunales Superiores.

Y en ese reconocimiento que reclamo, nuestro más sincero agradecimiento a la que ha sido durante más de 20 años magistrada titular del Juzgado Social 4 de Córdoba, Iltma. Sra. Dña. Rosario Flores Arias. Gracias por el respeto con que nos ha tratado en Sala; por su humanidad y cercanía al justiciable y por la brillantez de sus resoluciones judiciales, cuyos fundamentos legales nos han sido de inestimable ayuda para que las puertas de la Sala IV se nos abran.

¡Feliz jubilación, Señoría!

* Abogada laboralista

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