Diario Córdoba

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Jose Manuel CuencaToribio

historia en el tiempo

José Manuel Cuenca Toribio

Perfecto

La Medicina cordobesa contribuye a afrontar la difícil coyuntura laboral con optimismo indispensable

El correcto y plenificante uso de tan atractivo vocablo hace ya varios decenios que se encuentra por completo desterrado de nuestro lenguaje, con particularidad del empleado en las regiones meridionales, las más atrasadas en el desarrollo económico-social del país desde el inicio de la contemporaneidad.

Pero, afortunadamente, siempre se encuentran excepciones, Y de una de ellas el anciano cronista tiene la gran satisfacción de enhebrar estas líneas. En la estéticamente deslumbradora ciudad en la que posee el privilegio de habitar ha medio siglo, todo lo concerniente al servicio de salud y la atención médica ofrece una oferta y un panorama en verdad sumamente halagüeños desde los días del tardofranquismo a hodierno. Esa tradición ha cuajado para suerte de su vecindario en un nivel de funcionamiento tan equilibrado como sólido y bien trabado, que admite el cotejo con el de las urbes más pujantes de la nación, a la manera de los inmensos núcleos metropolitanos de Madrid y Barcelona y, a escala menor, de Valencia, Sevilla, Bilbao o Zaragoza. El balance, como se observa, resulta altamente favorable para la antigua ciudad califal, por desgracia no tan radiante en otros planos de su actividad.

En la onda «covidiana» -‘sit venia verbo’- en que andamos inmersos desde ha un trienio, muy pocos adultos españoles con un mínimo de responsabilidad cívica dejaron de tener experiencias, por lo común repetidas, de los servicios asistenciales provistos para atajar los devastadores efectos de una pandemia que todavía nos acompañará durante décadas, conforme a los vaticinios más rigurosos de las autoridades hipocráticas. En ninguna de las que afectaron a los familiares y amigos del articulista los lances dejaron de ser positivos. En los muchos centros habilitados para las campañas de vacunación la diligencia profesional y el trato humano no han podido ser más elevados y encomiables.

Frente a los densos nubarrones agolpados en el horizonte próximo de la economía y no pocas dimensiones socioculturales, en especial, las educativas, la labor ciertamente admirable desplegada por la Medicina cordobesa contribuye decisivamente a afrontar la inminente y difícil coyuntura laboral con el optimismo indispensable a la hora de los amedrentadores envites con los que las generaciones actuales -en España y en todo el mundo, desde luego- semejan encarar de modo ineluctable en los meses que abrirán el año de 2023.

Ojalá que en Córdoba y en todo el ámbito español podamos adjetivar con el vocablo «Perfecta» la respuesta que la sociedad hispana dé a tan formidable desafío. H

* Catedrático

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