Diario Córdoba

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Diego Martínez Torrón

COLABORACIÓN

Diego Martínez Torrón

Una filmoteca. Un festival

Parece objetivo reconocer que la oferta cultural de nuestra ciudad es ahora verdaderamente pobre. Poco más que el Festival de la Guitarra. Y ello ocurre en una ciudad a la que acude y acudiría numeroso turismo cultural, por sus raíces, sus edificios, su belleza.

Sé que todo esto no es quizás achacable a los gestores de nuestra cultura, que seguramente bastante hacen con el presupuesto que tienen. Pero echo de menos la época de los conciertos de música clásica en las iglesias, luego en los jueves de la iglesia de la Magdalena. La gran carencia de la música clásica. Por no decir los entonces frecuentes actos literarios en Viana, en Bodegas Campos, en mil sitios mágicos, hasta en la modesta y hermosa Posada del Potro.

Todos nos preguntamos qué pasa con el Filmoteca, uno de los pocos recintos que quedaban de esa época dorada.

La Filmoteca gozaba de un gran público que atestaba la sala, por ejemplo en los fines de semana, en los que había estrenos de cine internacional en versión original, que nos permitía estar al tanto de todo lo que se rodaba en el mundo... por 0’60 céntimos. Esto es hermosa cultura gratuita al alcance de todos. Por no mencionar los diversos ciclos de cine clásico que se proyectaban.

¿Qué ha pasado con ella? ¿Por qué sigue cerrada desde hace tanto tiempo, pese a las promesas de apertura en febrero, que leímos en la prensa?

Tengo entendido que la causa es poco más que añadir un acceso para minusválidos, y separar un despacho... Con el tiempo que ha estado cerrada quizás también se podrían haber cambiado los asientos, antiguos e incómodos; incluso haber aumentado la pendiente de la sala, para mejorar la visibilidad.

Ojalá la recuperemos pronto. Hay muchas personas amantes del cine y la cultura que la echan en falta. Y los políticos tienen que favorecer esa cultura por todos los medios.

Y me permito lanzar una idea. Una idea que ya di sobre Els Joglars, y que se aceptó generosamente, haciendo que pudiéramos anualmente disfrutar de este grupo: dada la mencionada carencia de conciertos de música clásica, ¿por qué no aprovechar la visita a los festivales de música barroca de Sevilla, o en verano a los Festivales de Música Clásica de Granada, y contratar barato a destacados intérpretes? Para ellos sería hacer dos bolos por el precio de uno, y sería cuestión de una parada de AVE. Y resultaría bastante asequible económicamente...

En fin: luchemos por nuestra cultura, ampliemos su influencia. Nuestra ciudad y sus habitantes, que son gente ávida de esa cultura, se lo merecen...

**Catedrático emérito de Universidad y escritor

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