Cariño, ve recogiendo los juguetes preferidos de la niña. Yo me encargo de la ropa. Piensa si hay algo de tus padres que quieras conservar... Nos llevaremos las fotos. Poco más podemos cargar. Hay que coger provisiones para el camino. Y agua. Nos tenemos que marchar, no queda otra. Sé que es nuestra casa, nuestra vida... Pero a estas alturas poco importa. Hay que sobrevivir por ella. O hacer que ella pueda tener otra vida. Van a asediar Kiev. Ya han comenzado los bombardeos. Tenemos que marcharnos cuanto antes. Pregunta a los vecinos si quieren venirse. Tenemos dos plazas más en el coche.

Sé que tus compañeros quieren combatir por su país, que el presidente ya ha llamado a la resistencia. Pero, cariño, es Rusia, es Putin, ya nos sabemos la historia. Si estuviera aquí tu abuela ya estaría hablando de la ocupación nazi del 41. Esto no va a ser menos. ¿Quién dice que nuestro bloque no será el siguiente objetivo de un misil? Ya has visto qué ha pasado en otros puntos de la ciudad. No puedes quedarte. Tienes que ayudarme a sacar a nuestra hija. Al menos a ella.

Esta noche hemos tenido que bajar a los refugios antiaéreos en plena madrugada. No quisiste que nos fuéramos en cuanto todo esto empezó, que decías que todo estaba colapsado y... Lo estaba, pero es que tenía que estarlo. No podemos seguir en Kiev y eso que tenemos suerte de no vivir en un barrio residencial a las afueras.

Ya hemos aguantado dos noches. Ya hemos cantado nuestro himno, alzado nuestra bandera en la Plaza de la Independencia. La niña sabrá que sus padres intentaron resistir. ¡Por Dios, si pasamos la primera noche en los túneles del metro! Pero ya no podemos aguantar más. Hay que irse antes de que nos corten el paso por todas las fronteras. Putin no va a detenerse y nosotros no somos suficientes, ya lo has visto. Los europeos vecinos han dicho que están preparados para nuestra llegada. ¿Qué más tengo que decirte para hacer que cojamos el coche cuanto antes? Pronto no quedará combustible.

¿Sabes que todo esto le dejará secuelas a la pequeña, verdad? Las tendrá de todas formas. Las tendremos. A partir de ahora, si conseguimos salir, seremos refugiados: habremos perdido nuestro país y todo por lo que luchó nuestra familia y trabajamos, pero no queda otra. No quiero que escuche más bombardeos y pregunte por sus amigas. No quiero mentirle más. Sirenas, explosiones, tanques en las calles... ¿Qué más? Nos han dejado solos. Estamos solos, cariño. Toca sobrevivir.