Recuperado de la covid-19, este diario el 14 de abril publicó un escrito mío sobre el proyecto de Centro Logístico o Base Logística en Córdoba. Hoy me atrevo a analizar la oportunidad que representa este proyecto del Ejército de Tierra en Córdoba.

El Centro Logístico es el reflejo de la sociedad europea contemporánea desde la óptica de la seguridad nacional y europea. Ha sido consecuencia de relaciones de poder, contemporizaciones, aparatos legales, tecnologías de defensa y modos de capital, propiedad y producción. Estos son factores determinantes pero lo esencial ha sido la voluntad humana, porque es un emprendimiento humano, un artefacto no natural, un fenómeno socioeconómico que trasciende a Córdoba, culturalmente contextualizado, que se asemeja a un rompecabezas pero que está dando pasos para hacerse real.

Creará valor a través de la imaginación, enfrentada a la vida real, y será agente de transformación dentro del Ejército de Tierra y en Córdoba.

Para los cordobeses esta Base Logística era ignorancia que algunos conocían pero es algo que los cordobeses comenzamos a conocer aunque no conocemos del todo. Es todavía cierta indeterminación pero se irá concretando.

No es imprevisibilidad ni inconmensurabilidad pero somos conscientes que sus resultados van a depender de las relaciones humanas entre militares, políticos y ciudadanos de la capital.

Tiene pluralidad de objetivos todavía no mensurables sobre los que el Ayuntamiento tendrá que hacer un acto de síntesis. No es una caja negra sino abierta y transparente. Debe ser al mismo tiempo un mecanismo para añadir valor a través de objetivos plurales.

Los cordobeses sabemos que este proyecto interesa. Se ha sabido no añadir incertidumbres al mismo y se ha avanzado desde una racionalidad posible.

La clase política, de toda tendencia en el Ayuntamiento, se ha anclado en la realidad que representa este proyecto.

Lo correcto ha sido acudir a experiencias pasadas que se perdieron para no rechazar esta posibilidad.

Ahora ha comenzado un periodo de discontinuidades entre la razón causal del proyecto y la imaginación hasta hacerla realidad.

Este Centro Logístico para muchas empresas es una suma de oportunidades. Los que colaboren deberán ampliar sus recursos materiales y sobre todo de conocimiento.

Es una oportunidad creada por otros que han decidido ubicarse en Córdoba desde una determinada racionalidad que conviene entender. Hay que saber prestar atención al devenir del proyecto y transformarse en vehículo de todo terreno para aprovechar el momento.

La regulación administrativa no debería ser problema si se sabe conectar con los reguladores.

Tampoco la competencia si se facilita la comunidad de intereses bajo marcos legales.

La colaboración entre empresarios será un valioso activo si no se rompen los mutuos acuerdos a los que se haya llegado.

Ante la pesadumbre de la variante ómicron, que presenta al coronavirus tras otra máscara, este Centro Logístico sigue siendo una fértil esperanza.

*Catedrático emérito de la Universidad de Córdoba