Leo en mi propio periódico: «El único municipio que mantiene la tasa de contagios por encima del tope de 500 por 100.000 habitantes es Valsequillo». En la provincia de Córdoba, se entiende, y referido al pueblo cordobés y no al de Gran Canaria, que es más grande. La noticia es completamente cierta y rigurosa, por supuesto, pero, si no fuera por las matemáticas y la estadística y su consiguiente festival de porcentajes, cualquiera diría que a Valsequillo le costaría mucho tener una tasa de más de 500 casos de coronavirus (574,7, si queremos concretar), dado que no llega a los 400 habitantes. ¿Cuántas personas habrá realmente infectadas por covid en este pequeño rincón de nuestra provincia?

Empiezo a dar la razón a los alcaldes que dicen que, en los municipios de la España despoblada, aplicar la misma tasa que en las capitales resulta un poco desmesurado y hasta injusto, pues con una familia que se contagie les cancelan todo el pueblo. Pero ya es tarde para quejas, y aquí lo importante es bajar la incidencia, así que esperamos que en una semana se vayan reponiendo las personas enfermas y Valsequillo abandone los titulares. Porque los de por aquí sabemos lo que es, pero los forasteros igual creen que el virus se ha ido a vivir junto al Guadiato.