Nunca es fácil afrontar la pérdida de un ser tan querido como un padre, de un marido tan cariñoso y leal, de un amigo que representa el paradigma de una generación difícil de emular. No lo es, querido Ricardo; como no será posible que se nos extravíen tus recuerdos, tus sonrisas francas y sinceras, tu afecto infinito y el inmenso legado de lecciones, referencias y gestos de hombre cabal, honesto, trabajador y entregado al servicio a los demás.

Te recuerdo desde mi memoria más temprana, tu referencia en mi familia era precisamente eso, familiar y permanente, siempre percibía ilusión en mis padres cuando hablaban de Ricardo y Pura, cuando quedabais para cenar alguna noche veraniega en Punta Umbría, tan añorada en tus últimos años. Por ello, cuando vemos cómo el implacable paso del tiempo nos llega a todos, no podemos más que enorgullecernos de haber compartido parte de nuestra vida con personas como tú, al tiempo que mostrar nuestro profundo agradecimiento por tanta excelencia y modélico comportamiento que has dejado tatuado con tu nombre en nuestra sociedad.

D. Ricardo López Crespo se implicó totalmente en todo aquello que tuviera como objetivo la mejora de las condiciones de vida del medio rural, de la educación y formación universitaria; se empleó sin ahorro alguno en brindar el mejor escenario posible para el desarrollo del cooperativismo y participó activamente en esos momentos iniciales donde se cimentaron algunas empresas y compañías que hoy son referencias internacionales del buen hacer. Aun así, todo lo llevó con la modestia y humildad de las grandes personas, sin necesidad de ir recordando su extraordinario legado, el cual hoy estamos obligados a destacar, sobre todo para que tomemos conciencia de su personalidad, capacidades y categoría humana.

A pesar de su amplia y variada dedicación, donde desbordó sus honrados esfuerzos profesionales fue en la Caja Rural de Córdoba, hasta el punto de hacerla «Ejemplar» por designación Real. Igualmente, suyo fue el protagonismo esencial para que hoy el Grupo Caja Rural y la propia Caja Rural del Sur sean lo que son, trabajando codo con codo con sus colegas para trazar el camino más recto y digno para la viabilidad de las cooperativas de crédito en España.

Queridos Ricardo y Pura, no se os entendía el uno sin el otro o rodeados de alguno de vuestros hijos a los que, como no podía ser de otra manera, les educasteis en el amor a los demás. Por esto y a pesar del dolor que supone su ausencia, sabed con certeza que ya descansa en la Gloria del Señor y que desde ahora sus virtudes serán modelos a seguir para crecer como personas, contando para ello con su ayuda desde el Cielo.

Siempre te llevaremos en nuestros corazones. DEP.

* Presidente de Caja Rural del Sur