Estoy segura que todo el mundo sabe qué es y dónde está Gibraltar. Es una antigua colonia, que se supone ya no es colonia porque Reino Unido le concedió la categoría de territorio británico de ultramar a finales de los años 60 y, con ello, autogobierno, situada al sur del sur. Limita con La Línea de la Concepción perteneciente a la comarca, por desgracia no hecha provincia, del Campo de Gibraltar. Este nombre ya despliega parte de la idiosincrasia de esta zona, que resulta extraña y no creo que se comprenda fuera del área por mucho que, unos u otros, se empeñen en hablar de lo que es o no Gibraltar para toda la zona y toda la zona para Gibraltar.

El Campo de Gibraltar es uno de los patitos feos de Andalucía. La única zona, junto con Huelva, con concentración de industrias petroquímicas y energéticas; aunque la Junta de Andalucía se empeñe en hablar del eje Sevilla-Cádiz-Huelva, que lo siento pero no, como mucho el eje Campo de Gibraltar-Huelva-Sevilla-Cádiz, si se quieren meter las construcciones aeronáuticas sevillanas y las navales gaditanas. Además, tiene uno de los puertos más importantes de Europa en cuanto al tráfico de contenedores, localizado en un lugar estratégico. Eso sí, ambas cosas, tanto industria como puerto, con dificultades para desarrollarse, al tener unas vías de comunicación terrestres muy limitadas. Hablo de una autovía hacia Sevilla, con un nudo regular en Jerez, y que no se acabó hasta 2005 (sí, hasta ese año solo se podía ir a Cádiz o Sevilla por nacional), junto con otra hacía Málaga, que se ha quedado pequeña en el tramo entre Algeciras y San Roque, sufre el denominado paso del estrecho una vez al año (excepto por la pandemia) y además desemboca bien en la autovía de la Costa del Sol, llena de atascos y rotondas, o bien en una autopista de peaje. A esto se le une un tren que por tramos parece que le van empujando, de hecho está a la altura del de Extremadura, así que poco adecuado para el transporte de mercancías. Siempre me he preguntado por qué no se apostaba realmente por el desarrollo económico de esta zona, que tiene algo más de 260.00 habitantes y en sus mejores momentos sufre tasas de desempleo que rondan el 20% y en sus peores, como ahora, pasa del 30% ¿intereses políticos en otras áreas como Málaga y Sevilla? ¿desidia política? ¿está muy al sur del sur?

Pues con estas mimbres resulta que ahí está Gibraltar, con unos 33.700 habitantes, con pleno empleo y dando trabajo a unos 7.000 españoles, y con una renta per cápita que ronda los 60.000 euros; no olvidemos que la renta per cápita del Campo de Gibraltar suele situarse entre 10.000 y 11.000 euros. Se pueden imaginar que una parte importante de su excelsa renta los llanitos se la gastan en los municipios del entorno, de hecho, se dice que el impacto de la actividad económica de Gibraltar ronda los 700 millones al año. De modo que, estamos hablando de una zona por la que ni el Gobierno español ni el andaluz han querido apostar nunca, y que sobrevive medio qué gracias a sí misma y a Gibraltar. A partir de aquí, las opiniones, e incluso acuerdos políticos, se escuchan y entienden de un modo muy diferente a alguien que es de Sevilla o de Madrid ¿Que Gibraltar es una humillación para España?, ¿que es un pseudo paraíso fiscal?, ¿que se podría haber tenido un acuerdo de cogobernanza?, ¿que el aeropuerto está en territorio español según el Tratado de Utrech?, ¿que no tienen derecho a aguas jurisdiccionales?, ¿que habría que cobrarles por las canalizaciones de luz o agua? La respuesta a todo esto para una muy amplia mayoría de los habitantes de la zona es ¿y qué pasa?, mientras que para la otra gran pregunta: ¿debería ser español?, creo que la respuesta sería: ¡pero para qué!

No se si el acuerdo entre España y Gibraltar vinculado con el Brexit es el mejor que se podía haber obtenido, lo que sé es que al menos no perjudica a la gente de la zona ni a los trabajadores transfronterizos. Al final como Gibraltar entra en el acuerdo Schengen, el aeropuerto y puerto se convierten en zonas de control fronterizo de la UE, se aplicará el arancel exterior común, así como la legislación comunitaria en materia de medioambiente, y, quizás, así con más control de la zona por parte de la UE, la próxima vez que haya una pandemia evitaremos que nos entre la cepa británica y que haya una incidencia por covid de 2.000 casos por cada 100.000 habitantes en La Línea, mientras Fernando Simón nos dice que el impacto de la cepa británica será marginal en nuestro país; bueno, al menos ha tardado poco en cambiar de opinión.

* Profesora de Economía Financiera

Universidad de Córdoba @msalazarord