¿Hacia dónde va España? ¿Qué va a ser de España? ¿Qué camino debe seguir España? ¿Qué hacemos con España?... ¿Tiene solución España? ¿Cuál es el problema de España? ¿Qué porvenir le espera a España?... En resúmen: ¿Qué es España?

Estas y otras interrogantes eran las que flotaban en el ambiente político aquel año 1897 cuando ya estaba a las puertas y se veía venir «el desastre del 98», y España se desangraba por la inutilidad de su «casta» política, el imperio de la corrupción, una economía por los suelos, unas instituciones obsoletas, una prensa servil, una monarquía que se tambaleaba y un presidente del Gobierno (Cánovas del Castillo) tan combatido que ese mismo año fue asesinado.

Bien, pues por lo que estamos viendo estos días y los últimos años «esto no ha cambiado». Aquí nadie sabe dónde va España, esta España, (¿y cómo va a saberse con unos partidos y unos líderes que solo piensan en sus intereses personales y les importa España un bledo?), ni qué va a ser de España (¿y cómo va a saberse con un presidente del Gobierno cuyo único objetivo es mantenerse en la Moncloa porque «a cualquier precio el Poder jamás es caro»?), ni qué camino debe seguir España (¿y cómo se va a saber si unos la quieren liberal, otros socialdemócrata o lo que sean, otros comunista o madurista o lo que sean, otros se quieren independizar, otros la quieren patriótica, otros conservadora y los «hunos» monárquica y los «hotros» republicana y los más ni saben cómo la quieren?)...

Ni se sabe, realmente, cuál es el problema de España. Hay quien piensa que el problema de España es que los españoles han dejado de trabajar y quieren vivir de las subvenciones del Estado o eso que llaman Estado del Bienestar. Hay quien piensa que los españoles son tan individualistas que sólo les interesa lo suyo (¿qué hay de lo mío?).

Hay quien piensa que el problema son las derechas o las izquierdas... y les aseguro que aquí ni Dios sabe ya cuál es el verdadero problema y si no se sabe cuál es el problema ¿cómo se va a saber cuál puede ser la solución? Miren ustedes, lo que ha pasado estos días es desesperanzador, porque ¿qué podemos esperar de unos partidos que han sido incapaces de encontrar un punto de encuentro para formar Gobierno en cinco meses?

¿Y por qué son incapaces de ponerse de acuerdo?, pues tal vez por aquello que decía Ángel Ganivet: «El ideal de todos los españoles es que llevasen en el bolsillo una carta foral con un solo artículo, redactado en estos términos, claros y contundentes: ‘Este español está autorizado para hacer lo que le dé la gana’». Y lo más grave es que se celebrarán las próximas elecciones y, salvo que un partido saque mayoría absoluta (los 176 famosos), seguirán sin ponerse de acuerdo, porque todos quieren el Poder y la Moncloa. O sea, y esto es curioso, que todos ellos (al menos los que son hoy, Pedro Sánchez, Pablo Casado, Albert Rivera, Pablo Iglesias, Santiago Abascal, o, o, o) lo que quieren es un solo partido, un solo líder, un solo presidente... Y de la Democracia, ¿qué?... ¿Democracia? Pero, ¿ alguien se ha creído que en este país hay algún demócrata?... Señores, ya lo sabéis, «el que se mueva no sale en la foto».

En cualquier caso hay que felicitar a don Pedro Sánchez, pues ha conseguido lo que quería, de momento seguir en la Moncloa cinco meses más (aunque sea «en funciones», mejor, menos responsabilidades dirá él) y después... ¡Ya veremos¡ ¡Hoy lo de hoy y mañana lo de mañana!...

Y ese es el porvenir que nos espera. Menos mal que aquí ya no hay Imperios que perder.

* Periodista y miembro de la Real Academia de Córdoba