Parece que fue ayer cuando el grupo de Bachiller Salesiano de los 60 nos reunimos para celebrar el cincuenta aniversario y ya pasaron tres años. Hace días dimos comienzo al nuevo curso acompañando a nuestra Madre María Auxiliadora en su recorrido triunfal desde su templo hasta la Catedral y viceversa. Posteriormente en la finca ecuestre El Cañuelo, de nuestro compañero Pepe Estévez, celebramos la primera reunión para planificar las actividades culturales, religiosas, gastronómicas y de senderismo para el presente año. No faltó el buen ambiente ni las sabrosas viandas que esta vez elaboraron Rafa Mansilla (patatas riojanas) y Kiko (arroz con conejo) ni los pastelones del Horno San Pedro.

A los postres hubo palabras del cronista, coordinador y ‘presi’ de honor para dar gracias a todos los asistentes, cerca de cuarenta, que una vez más se desplazaron desde distintas localidades de nuestra península. Recordamos a los que por su lejanía no pueden asistir como Emilio (Canarias) y Daniel (Ceuta) pero que nos siguen por las redes y comparten con nosotros todos los buenos momentos que estamos viviendo. Y es que el éxito del grupo radica en el respeto mutuo y en que hemos eliminado de nuestras conversaciones temas tan escabrosos como política o fútbol y en tener un denominador común: llevar la impronta salesiana.