La justicia ha caído ya sobre el productor de cine estadounidense, que compareció ante un juez de Nueva York que, tras enumerar los cargos por abuso sexual, acoso y violación, le impuso una fianza de diez millones de dólares. El caso de este depredador, denunciado por más de setenta mujeres, desató un movimiento social contra los abusos sexuales sin parangón en la historia.