Lunes de Pascua, lunes de resaca... Hay alguno más, pero no son tantos los lunes a los que nuestro calendario llega a poner "apellido". El pasado lunes 20 de abril, a priori, no debería ser especial. Pero, en nuestro caso, sí que lo fue ... Lo fue tanto que también debería verse especialmente señalado.

Algunos lectores sabrán (sobre todo los que tengan relación con Espejo) que el pasado domingo 19 se celebró el acto oficial del nombramiento de Miguel Ventura Gracia como Hijo Predilecto de la Muy Leal Villa de Espejo. Podrán adivinar ustedes que quien escribe estas letras es hijo del receptor de tan alto homenaje.

La "digestión" de dicho acontecimiento, un vez pasadas algunas horas, convirtió el día siguiente en otro gran lunes, al menos para quien suscribe. Lo convirtió en un maravilloso "lunes de resaca"... De resaca de tantas emociones, recuerdos, generosas loas y comentarios hechos desde la admiración y desde el cariño a la figura del maestro, del historiador, del Cronista Oficial, del cofrade... Lo convirtió casi en un Lunes de Pascua, ya que durante el acto de nombramiento, sin duda, resucitó el recuerdo de tantas buenas personas que forjaron en mi padre una manera de ser que le ha llevado a recibir este reconocimiento de su/nuestro pueblo...

Permítanme que les diga, que, además, lo convirtió en un Lunes de Miguel Ventura, porque aparte de cualquier reconocimiento que reciba en calidad de académico, maestro, Cronista Oficial... Aparte de cualquier reconocimiento público, decía, podemos los más allegados dar fe de que ninguna de esas facetas supera a la figura de Miguel Ventura Gracia como marido, padre, suegro o abuelo.

Para nosotros, sin duda, fue un gran lunes... Un lunes en el que, una vez asentadas tantas y tan gratas emociones, solo teníamos capacidad de reiterar las gracias a Espejo en nombre de los que tenemos la suerte de formar parte de la familia del homenajeado.

Miguel Ventura Reyes

Córdoba