pURBANIZACIONES

nCarta del presidentede Alamiriya N

***Manolo Sánchez Sánchez

***Córdoba

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Estimados vecinos de Barquera Norte: el domingo 17 de noviembre tuve la desgracia de asistir a vuestra asamblea de propietarios, y digo desgracia al contemplar cómo una minoría exaltada, irrespetuosa, incongruente y, al final, hasta agresiva, consiguió el objetivo de no avanzar en el proceso regularizador de vuestras casas. Algunos de esta minoría se definen en otros foros como defensores de los propietarios de las urbanizaciones pendientes de regularizar, pero nada más lejos de la realidad; incluso se permiten la desfachatez, en una reunión mantenida con Almiriya, de decir que ahora no les interesa que se avance porque "no me sale rentable". La personalización de ese "me" señala claramente al director de toda esa orquesta desafinada que tuvimos la desgracia y la paciencia de escuchar.

Antonio lleva trabajando mucho tiempo para conseguiros una regularización lo más acorde con los tiempos de crisis que vivimos. Ahora se está acercando a ese objetivo; no lo abandonéis. Yo, como presidente de Alamiriya, os animo a conseguir lo que en mi urbanización de Torreblanca se alcanzó: aprobar por unanimidad de los presentes, más de cien propietarios, la modificación del Plan Parcial y presentar el Proyecto de Reparcelación.

Los que estamos en Alamiriya, como Antonio Avilés, no somos terratenientes, grandes propietarios, ni tenemos intereses políticos ni urbanísticos como algunos de esa minoría, ni buscamos el enriquecimiento a costa de nuestros vecinos, sólo trabajamos para conseguir una regularización no traumática para vosotros. Y para conseguir alcanzar ese fin, reclamaremos, nos reuniremos, exigiremos, convenceremos con hechos y no con actitudes carentes de sentido, de lógica y en algunos casos hasta de decencia.

pRELIGION

nLo que haceuna sotana N

***M del Pilar Montero Marín

***Córdoba

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El otro día leí en un periódico, en Cartas al Director, la de un señor relatando lo que le había pasado a un sacerdote amigo suyo. Por lo visto le gusta vestir con sotana, sobre todo cuando una vez por semana visita un hospital para asistir a algún que otro enfermo, pues les ayuda a dar paz y confianza a los enfermos. Pero a veces cuando lo ven los familiares de otras habitaciones le piden que entre a ver al enfermo y lo que iba a ser solo la visita a uno o dos, se convertía en una auténtica visita de planta. Y eso solo por ir con sotana.

Pero uno de esos días, al terminar su visita, por pura comodidad, decidió salir por Urgencias, ya que había dejado aparcado el coche por esa zona. Al atravesar el pasillo sintió como una mano le agarraba de la sotana y le decía: ¡Por favor, padre, confiéseme! Se trataba de un herido muy grave postrado en una camilla camino del quirófano, al que iban a operar urgente, pues se temía por su vida.

Resultó que el herido también era sacerdote (aunque no llevaba nada que lo indentificara). El sacerdote lo atendió allí mismo con mucho cariño y le animó a que, si todo salía bién, como él deseaba, no olvidara vestirse siempre de sacerdote, ya que si él no la hubiera llevado no lo habría confesado en un trance tan grave. Los sacerdotes debemos estar 'de guardia' las 24 horas del día.