La Real Academia de Córdoba quiso unirse a los 50 años de la inauguración del Concilio Vaticano II, --que tuvo lugar el 11 de octubre de 1962--, con una conferencia del profesor José Peña, sobre el Concilio y su repercusión en España , pronunciada en la sesión académica del pasado jueves. Fue como si, de pronto, el salón de columnas del viejo Rectorado se convirtiera en aula conciliar y todos los asistentes escuchásemos la voz de uno de aquellos peritos invitados a las sesiones conciliares. El doctor Peña nos situó en aquella época; definió categóricamente el Concilio como "uno de los acontecimientos más revolucionarios de la historia de la humanidad"; trazó una espléndida semblanza de la figura de Juan XXIII; desarrolló magistralmente los contenidos de los principales documentos conciliares; expuso los avances y los logros conseguidos y, en la última parte, nos habló con claridad y con nuevos datos históricos de lo que supuso el Concilio para la Iglesia española, para el régimen autoritario de aquel tiempo y para el país, en general. En una palabra, el conferenciante puso a nuestro alcance lo que significó el Concilio: "Un abrir de par en par las ventanas para los de dentro y para los de fuera; a los de dentro, para que conocieran mejor el mundo y la sociedad, y a los de fuera, para que pudieran acceder al argumento central, a los entresijos, afanes e inquietudes de la Iglesia". El profesor Peña trazó unos ragos precisos sobre los cardenales y obispos españoles de entonces, a los que sorprendió el Concilio "con el paso cambiado", probablemente sin el nivel intelectual y la preparación teológica que exigían los nuevos tiempos, y explicó los malabarismos que tuvo que hacer el régimen para aceptar y adaptarse a la "libertad religiosa", proclamada por el Concilio. Pero aún así, "España vivió intensamente el Concilio" y "la Iglesia española se adelantó a la transición política".

* Sacerdote y periodista