pFILOSOFIA

nRefutando alseñor Mialdea N

***Eloy Fernández Bretones

***Córdoba

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Millones de muertos defendiendo aquello que creían justo y razonable. Masas de ignorantes y campesinos arengadas por un par de oportunistas que se basaron en las teorías de un "pijo" con complejo de proletario, que a su vez estaba amecenado por un empresario burgués.

El Marxismo ha ocasionado verdaderas desgracias a lo largo de la historia de la humanidad, pero lo que me llama la atención es que siga siendo reverenciado en pleno siglo XXI, es realmente desalentador.

Pero me gustaría contestar al señor Mialdea con un par de puntos o tres más concisos:

1.- La teoría de la explotación está refutada y demolida desde hace 150 años por autores como Carl Menger.

2.- Es científicamente demostrada falsa la Teoría de la Plusvalía. El salario es el valor descontado de la productividad marginal y el beneficio empresarial el producto resultado de bienes futuros.

3.- Es una mentira sideral que todos los bienes económicos sean producto del trabajo humano. Marx, astuto pero mentiroso, desliga de su teoría a los bienes naturales y solo habla de "mercancías".

Marx, señor Mialdea, es un estafador intelectual y un lamentable ejemplo, que nuestro tiempo debería estudiar y conocer para ser consciente de la problemática que conllevaría el intento de la aplicación de sus postulados.

El marxismo y el socialismo son la más grande estafa de la historia universal.

pDEPORTES

nLa chispa,adecuada N

***Ignacio Caballero Botica

***Madrid

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No es la primera vez que ocurre. Esta vez han sido unas declaraciones de nuevo situadas en las afueras de la realidad, las que la han llevado a las portadas de los medios de comunicación. La causa y el efecto convergen al retroalimentarse y con toda seguridad harán que se multipliquen los disturbios en la final de la Copa del Rey.

Le faltará tiempo para salir de nuevo a la palestra para decirnos aquello de: "Os lo dije". Será entonces cuando los que conocemos su táctica y estrategia y pertenecemos a un sistema educativo en el que se alentaba la reflexión, la señalaremos como cómplice de los altercados; porque todo arde si le aplicas la chispa adecuada.