Hace ya más de diez años, un grupo de padres con inquietudes en la formación integral de nuestros hijos nos reunimos alrededor de una idea: ¿por qué no intentar un proyecto educativo nuevo en Córdoba? Yo comento siempre lo difícil que es para los cordobeses construir desde Córdoba. Con poco dinero y ninguna ayuda pública, pensamos que la mejor inversión para nuestras familias podía ser en un colegio sin ánimo de lucro, ni vinculación hacia institución alguna, ni pública ni privada, ni religiosa ni laica.

Pusimos cuarenta mil duros cada matrimonio y toda la ilusión del mundo y arrancamos a andar con la confianza de poder ofrecer a nuestros hijos una formación cosmopolita, global y abierta, como nueva vía para enfrentarse al mundo que les esperaba.

Hemos pasado por buenos y menos buenos momentos, hemos luchado contra críticas; en una sociedad tan tranquila, que a veces enerva, hemos evitado opas de negocios educativos. Finalmente hemos consolidado una alternativa de educación, que nos permite soñar con nuestros hijos en cualquier universidad del mundo, sin tener que mandar al extranjero a los adolescentes en los mejores años para educarlos en nuestras casas.

Hoy creo que es de los poquísimos proyectos colectivos que de forma independiente ha triunfado en nuestra querida ciudad. Sin mecenazgos ni tutelas, tiene cerca de 600 alumnos en sus aulas. Y a muchos antiguos alumnos en las mejores universidades públicas y privadas del mundo. Desde Cambridge, Oxford, Icade, ICAI, Carlos III, hasta en la prestigiosa Facultad de Medicina de Córdoba. Es una realidad con un proyecto económico y educativo absolutamente consolidado.

Cuando esos padres que nos reunimos hace más de diez años impulsamos lo que era un sueño no podíamos ni imaginar la realidad con la que contamos años después. La formación británica no es importante para nuestros hijos, como se cree en Córdoba, porque sea en inglés, es una educación que se basa en enseñar a aprender, en formar para comunicar en público, a liderar y participar en equipos. Abriendo a estos jóvenes cordobeses al mundo global del que disfrutamos en el siglo XXI en los tres idiomas de referencia internacional.

Cuando estos alumnos se integren en la sociedad laboral estamos seguro que nuestra pequeña contribución y nuestro esfuerzo mensual se verán culminados. No sólo habremos consolidado el proyecto inicial sino que habremos contribuido a que estos ciudadanos libres del mundo entreguen esa visión global que esta ciudad necesita.

* Abogado