Escuchar cómo se le llama "facha de mierda" a un honrado y simple autónomo y que se pida el fusilamiento "por rojo" de un simpatizante socialista es lo más flojito que vamos a oír en Andalucía.

Verán ustedes: La pasada campaña electoral ha sido la más educadita de la historia de la democracia. Salvo alguna coz racista llegada del Norte contra los andaluces, puede hablarse del más cordial periodo electoral que se recuerde. ¡Hasta en el País Vasco tuvieron la fiesta en paz!

¿Han cambiado los modos políticos? ¿Nos acercamos a un tipo de democracia de cooperación y pactista, como es habitual en el resto de Europa? No. Me temo que lo ocurrido ha sido un espejismo propiciado por las encuestas, que lo dejaban todo claro. "¿Para qué nos vamos a enfadar y a pasar un mal rato cuando el que va a ganar camina con los brazos triunfantes mientras que el que va a perder ha dejado caer esos mismos brazos en su pelea?", se decían los políticos

Pero con las elecciones andaluzas no va a pasar igual. Ni mucho Menos. Y no hace falta ser analista político para saber que los debates en las próximas elecciones serán salvajes. Les contaré solo dos detalles. Primero: En apenas diez días he oído a tres personas, buenas conocedoras de la política andaluza y tanto de izquierda como de derecha,referirse a las próximas elecciones como unos comicios "a cara de perro". Segundo: El pasado lunes vi a dos amigos casi pegarse. Uno, por ser autónomo arruinado por ayuntamientos morosos y que, sin ser del PP, les votó. El otro, trabajador de una empresa municipal temeroso de recortes, simpatizante del PSOE, que no les votó.

Y si el pueblo ya anda cargado de gasolina, solo falta que los políticos arrimen una cerilla.Que lo harán.