Sorpresa y alegría al mismo tiempo. De vez en cuando surge un pequeño detalle que te hace cambiar una gran idea, un gran concepto que está calado en tu pensamiento, con profundo arraigo. A veces alguien, como me ocurrió ayer, te agita tus ideas.

En líneas generales, mi concepto de la juventud actual se centra principalmente en la pérdida de valores, esos que los de mi generación nos quejamos que se han olvidado.

Esperando a mi hija que finalizara su sesión de patinaje en la pista de hielo del Bulevar y leyendo el periódico, el suyo, por cierto, bien abierto y de pie vi venir hacia mí dos parejas de jóvenes cuya estética no podía decirse que fuera normal o clásica. Expresaban su euforia con comentarios vehementes acerca de la dureza del hielo de la pista, cuando uno de ellos chocó contra mi periódico. Se giró y dijo: "Disculpe usted, hombre".

Me dejó mudo, pues yo esperaba una reacción de pasotismo, acrecentada a su vez por las 2 féminas que le acompañaban y que le podían ampliar la valentía del enfrentamiento.

Felicidades, chico, pues me das esperanza de que siguen circulando valores entre vosotros.

José Antonio Plasencia Cruz

Córdoba