El Espacio Europeo de Enseñanza Superior ya está en marcha, culminando el llamado Proceso de Bolonia. Una ventaja indiscutible: cualquier titulación conseguida en un país europeo será válida en todos los otros, sin necesidad de convalidar. Esto, unido a la libertad de movimiento de la mano de obra, irá europeizando de manera significativa las universidades españolas y dando nuevas oportunidades a nuestros estudiantes.

Los efectos de Bolonia deberían notarse en tres líneas. En primer lugar en la Metodología, las maneras de enseñar han de cambiar de "dictar" y los estudiantes "memorizar" a una actitud de dirigir e incitar, para que el estudiante se motive en aprender y buscar el conocimiento. En segundo lugar el Inglés, debe permitir a cualquier profesional poder comunicarse con sus colegas en sus materias. No se trata de poner más marías , sino de enseñar las materias de forma bilingüe, con clases impartidas en castellano y, para los que elijan, tener la opción de recibirlas en inglés. La tercera actuación será en esfuerzos de Movilidad, que profesores y estudiantes puedan estar periodos largos en países distintos, así el sentir europeo se ampliará, haciéndose más real la Unión Europea.

Los efectos de las actuaciones anteriores permitirán clasificar las titulaciones desde cero a diez. En función del número de asignaturas bilingües impartidas, el cambio de enseñar usando Tics y evaluar, y número de estudiantes y profesores que han permanecido en el "extranjero". Este indicador no sería difícil de construir y llevaría a comparaciones dentro de nuestra Universidad y cotejarlo con otras universidades. Incluso, sin construirse el indicador, se pueden tener "indicios" de no ir por el camino correcto o no estar interpretando correctamente el espíritu de Bolonia, los estudiantes suelen tener una intuición especial.

En el caso de la titulación de GADE, Graduado en Administración y Dirección de Empresa, tener en cuenta el espíritu de Bolonia es una necesidad apremiante, pues cada momento que se pierda hará que la enseñanza que reciben nuestros estudiantes esté más lejana de Europa. La situación ideal estaría cuando el indicador sea cercano a diez. En este escenario el objetivo último a cumplir, en cada variable, es: la metodología sería comparable a la de los países más avanzados, todas las asignaturas se imparten bilingües y en Aulas Virtuales y todos los profesores y alumnos conocen varios países europeos.

La situación en que el índice, o algunas de las tres variables, estén en cero, supone un indicador de alarma, pues las posibilidades de que nuestros estudiantes terminen en paro o subempleo estarían en proporción directa, como ellos saben, "a más ceros, más paro" y esto nadie en nuestra ciudad lo desea.

* Profesor de Universidad