Aunque muchos se resisten a caer en la Obamamanía con la excusa de que el Partido Demócrata y el Partido Republicano tienen una ideología similar o que los demócratas norteamericanos no tienen mucho que ver con la izquierda europea, yo confieso mi esperanza en el nuevo presidente de EEUU.

Desde luego Barack Obama no es igual que el nefasto George W. Bush . La primera actuación del nuevo presidente lo evidencia. Mientras Bush abrió el centro de torturas de Guantánamo, Obama ha firmado la orden de cierre nada más tomar posesión. Solo por ello merece la felicitación de todos las personas que creen en la libertad, en los derechos humanos y en la justicia. Guantánamo es una vergüenza para el mundo, un ejemplo de lo que no debe hacer nunca un Estado democrático, una execrable muestra de la maldad humana.

Sí, a muchos nos gusta Obama porque representa la honestidad, la serenidad, la inteligencia, la preocupación por los necesitados, pero también porque la llegada de un hombre negro a la presidencia de EEUU es una prueba de que la sociedad americana empieza a dejar atrás el racismo y la segregación que pusieron el toque más negro de su historia.

No, todos los políticos no son iguales, tanto en EEUU como en España, por mucho que algunos se empeñen en denostar a toda la clase política por culpa de unos pocos que van solo a trincar o a favorecer a los más poderosos. Aunque no pueda hacer realidad todos nuestros deseos, le deseo una larga vida y una larga presidencia a Barack Obama .