En El método, la nueva película del argentino Marcelo Piñeyro, hay varios protagonistas. Entre ellos, el actor de moda Eduardo Noriega Gómez (Santander, 1-8-1973), el mismo que cuajó una convincente interpretación en El Lobo, la historia real de un infiltrado en ETA hace 30 años. "Hay que sabe mentir bien para transmitir la verdad", suele decir Noriega acerca de la profesión de actor. El miente bien.

El joven Eduardo era el menor de una familia de seis hermanos que perdió pronto a los padres. Estudió en un colegio de curas en el que recibió una buena formación en piano y solfeo. Apenas cursó un año de Derecho y ya escogió estudiar arte dramático. ¿Se imaginan a este cántabro haciendo La Celestina en un festival de teatro clásico como el de Almagro (Ciudad Real)? Pues se lo imaginan bien.

Al cine llegó a través de cortometrajes dirigidos por gente tan importante como Amenábar (su descubridor en Tesis) y Mateo Gil. Sus vacilaciones se fueron disipando: "Yo no me reconozco vanidoso ni exhibicionista, pero el actor lo es por definición. Tienes que estar muy seguro de ti mismo para dedicarte a esto". El lo está.