En medio del drama que resulta ser la segunda temporada de ‘Operación Marea Negra’, que está plagada de personajes oscuros y vengativos, emerge el personaje de Esther Acebo (Madrid, 1983), con toma de ella sus rizos de oro y su cara angelical, una abogada, que aunque trepa y con un estómago a prueba de remordimientos, no puede evitar desplegar su empatía en la figura de Nando (Jorge López), el joven narcotraficante que paga en la cárcel los pecados de todos. La actriz, que debutó en la televisión como presentadora en 2007 y fue además reportera en ‘Non Stop People’, de Movistar+, se pasó a la interpretación con ‘Madrid DF’ y ‘Ángel o demonio’. No obstante, alcanzó la fama (y de las gordas) con su papel de Estocolmo, en ‘La casa de papel’. En 2019 intervino en la serie ‘Antes de perder’, de Playz.  

Hábleme de esa abogada a la que le ha prestado sus rizos dorados

Con Daniel Calparsoro (el director) hablamos de no caer en una mujer sin sentimientos. Es una abogada con deseos de progresar en su carrera, en su trabajo, con ganas de defender a esta familia pese a saber lo que está defendiendo.Y eso no es gratuito; eso para factura. Pero queríamos que esto no la hiciese una mujer fría y despiadada sin ningún tipo de sentimiento. Una abogada robótica. Calparsolo me decía: «Tu aspecto, que es de una cierta candidez, quiero que se imprima en el personaje».

Con Nando, su cliente, muestra más empatía.

Hay momentos en los que afloja, porque es la primera que piensa que, como en todo este tipo de procesos, -estamos hablando de narcotráfico--, Nando es el cabeza de turco que no debería estar ahí, en la cárcel, sino otros. 

"No me apetece hacer una abogada encorsetada con traje de chaqueta azul marino".

Su compañero de reparto, Óscar Jaenada dice que participa mucho en el proceso creativo de la apariencia del personaje. ¿Es también este su caso?

Sí. Es que ese trabajo queda obviamente impreso. Me acuerdo de que en las primeras reuniones que tuvimos con vestuario yo les dije: “Por más que leo, no me apetece hacer una abogada encorsetada con traje de chaqueta azul marino. Vamos a huir de esto”. Y entonces estuvimos buscando. Pero, claro, cuando va a un juicio, tiene que llevar la toga y debajo un traje. De acuerdo, tiene que llevar traje, pero que sea una cosa fluida. Además, lleva zapatillas. Solo hay una secuencia en la que se pone tacones. Pero es que hay una cosa muy común en los personajes de esta temporada… 

¿Aparte de que son todos muy vengativos? 

Sí. Y es que todos tienen una superioridad. Sienten como que están por encima, cuando en realidad se están jugando mucho. Y, de hecho, les va a ir explotando esta arrogancia en la cara. Les explotará muy fuerte. Y creo que es lo que les hace interesantes: que ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos. Ni ella que parece que está tan en contra de la situación, y que le dice a Nando: “Hay que saber lo justo y soltar lo preciso”. Pero va a ser ella la que se encuentre en una situación complicada por saber demasiado.

No deja de ser abogada, pero tampoco resulta tierna.  

No podíamos caer en la ternura. En la serie, muchas veces entre personajes que discuten hay una cierta actitud casi paternalista. Con la jueza, mi personaje tiene enfrentamientos y esta muchas veces le dice: “Te estás equivocando”. Y es lo que le dice ella a Nando. Porque hay una parte muy humana en estos personajes, aunque cada uno tenga sus deseos, sus inquietudes y sus pulsiones. Ven lo injusta que es para cada uno esa situación que les ha llevado a estar donde están. 

Usted tiene un físico en aparencia angelical, pero le dan personajes que sacan mucha fuerza de dentro y acaban siendo fuertes.      

Eso es lo interesante. Soy consciente, no lo voy negar, que por una cuestión física pura dura y dura tú me ves algo como cándido. Pero, al final, los villanos no son esos seres feos que van con el ceño fruncido. Da mucho miedo esa persona de apariencia dulce y aterciopelada que luego es una cabrona por detrás. Que no digo que yo lo sea, porque soy un ángel. Esto es lo interesante. No es lo blanco es así y me peino así. Es interesante demostrar las caras diferentes que puede tener un personaje o una persona.