Un amplio grupo de niños, adolescentes y adultos con trastorno del espectro autista (TEA) y síndrome de Asperger se han beneficiado durante el mes de julio de los campamentos organizados por Autismo Córdoba que ya han echado el cierre. El proyecto se adpta a todo tipo de edades y necesidades. En estos campus se ha combinado el descanso con la realización de objetivos que ayudan a reforzar el trabajo desarrollado durante todo el año por el equipo de profesionales y voluntarios de la asociación. El presidente de Autismo Córdoba, Miguel Ángel López, señala que cada año dan un paso más en la organización de esta actividad, pensando en el beneficio de los chicos. «Es una oportunidad estupenda porque se trabajan aspectos como las relaciones sociales, la interacción, la comunicación o las habilidades personales, y también se ha aprovechado para realizar excursiones, actividades lúdicas como juegos de agua y piscina, talleres de cocina, compras en el supermercado y recepción de visitas de profesionales que han dado a conocer su trabajo, entre ellos un albañil, un panadero, una costurera y una música». López destaca que a «los usuarios más mayores el campus de verano les ha permitido sobre todo efectuar actividades más lúdicas, sin olvidar el trabajo habitual que se realiza con ellos».