La Universidad de Córdoba ha investido doctor honoris causa al catedrático de Inmunología de la Universidad Autónoma de Madrid, el cordobés Francisco Sánchez Madrid, cuya relación con la UCO se extiende por más de 30 años.

-¿Qué supone para usted haber sido investido doctor honoris causa por la Universidad de Córdoba?

-Representa el máximo honor que un cordobés de Añora puede recibir del mundo académico. Es personalmente un orgullo que las facultades de Ciencias, Medicina y el Instituto de Investigación Sanitaria Maimónides de la Universidad de Córdoba hayan considerado proponerme, y particularmente, mi padrino, el profesor Eduardo Muñoz.

-Su relación con la UCO se prolonga por décadas. ¿Cuál es el secreto para mantener una relación tan fructífera?

-Mi relación con Córdoba se inicia en mis estudios de Ciencias en la Facultad de Veterinaria de Córdoba. Se ha mantenido mediante colaboraciones científicas con los grupos del Departamento de Inmunología durante 30 años. En la última década, como miembro del Comité Científico Externo del Instituto Maimónides, he tenido la oportunidad de aportar mi experiencia para su desarrollo y crecimiento científicos. Para este cordobés ha sido una experiencia mutua gratificante y enriquecedora. El secreto radica en que siempre que pienso en participar con este grupo de excelentes profesionales y personas, vengo a Córdoba con entusiasmo.

-La Universidad reconoce, entre otras cuestiones, su labor investigadora en el campo de la inmunología. ¿En su caso, se cumple eso de que cuánto más descubre uno menos sabe?

-Es un aforismo bastante acertado y en línea con lo que se le atribuye a Sócrates. A medida que uno profundiza en los procesos fisiológicos y etio-patogénicos de una enfermedad, es uno muy consciente de lo poco que sabe y cuanto ignora, así como de lo mucho que resta por resolver. Es una suerte poder trabajar en investigación porque permite un crecimiento y aprendizaje continuos.

-En su laudatorio hizo referencia a las generaciones jóvenes. ¿Qué consejo les da?

-Que hagan caso a su intuición. Que persigan su vocación y sueños con entusiasmo, dedicación y motivación. La educación en la cultura del esfuerzo y perseverancia siempre rinde buenos frutos.

-¿Qué destacaría de su relación con el Instittuto Maimónides (Imibic)?

-Durante la última década ha existido una relación muy intensa de intercambio de experiencias y asesoramiento científico e institucional. Como miembro de su Comité Científico Externo, he colaborado con el magnífico equipo liderado por los directores Francisco Pérez Jiménez y Justo Castaño. Su evolución y progresión, su consolidación con su propio edificio, con todos sus grupos de investigación y unidades, ha sido una de las experiencias más gratificantes para mi, con la que me siento profundamente comprometido. Es un Centro único en España, al liderar investigaciones del máximo nivel científico en áreas como Medicina Interna y Nutrición, Endocrinología, Biología Celular o Inmunología, por nombrar alfunas.H