La Universidad de Córdoba se enfrenta a su segundo curso covid, esta vez preparada concienzudamente y confiada en que su propuesta de enseñanza bimodal funcionará. El rector, José Carlos Gómez Villamandos, que no se ha movido de Córdoba este verano, se muestra confiado en que la comunidad universitaria sabrá responder al desafío y aprender de las dificultades.

-Empieza un curso difícil, en plena pandemia, ¿qué mensaje va a trasladar hoy a la comunidad universitaria en la apertura oficial del curso académico?

-Hay un mensaje que es que la universidad sigue viva y activa y sigue trabajando en su docencia, investigación, transferencia y en su relación con la sociedad. Por otro lado, que hemos trabajado para que la universidad sea un espacio lo más seguro posible; no hay riesgo cero pero sí vamos a minimizar el riesgo y creo que dentro de las aulas va a haber más seguridad que fuera. Y desde luego, llamar a la responsabilidad individual de cada miembro de la comunidad universitaria para el cumplimiento de las normas. Por mucha norma que se promulgue, si luego no hay un compromiso individual de cumplir con ella, nada sirve.

-¿Se ha podido garantizar en la UCO la distancia de seguridad con suficientes espacios?

-Sí, en la docencia teórica, para garantizar esa distancia de seguridad, nosha llevado a una enseñanza en muchos casos bimodal, en la cual hay presencialidad en aulas y presencialidad en videoconferencia, de forma que los estudiantes van rotando entre aula y videoconferencia y todos tienen interacción más directa con el profesor. Eso se ha conseguido en la mayoría de asignaturas y en otras, con mayor numero de estudiantes, han ido todos a videoconferencia en la teoría y otros grupos mas pequeños a todo presencial. Lo que sí queremos es que los seminarios y sobre todo las practicas se realicen de forma presencial porque el estudiante tiene que tener contacto muy directo y eso nos lleva a extremar las medidas de seguridad y ventilación de los espacios.

-¿Se ha notado un descenso de alumnos de nuevo ingreso?

-No, no ha habido descenso. En estudiantes de grado el número es prácticamente el mismo; a día de hoy los números que esperamos son similares a años anteriores. Y en el caso de los másteres, donde esperábamos una bajada de estudiantes extranjeros, se ha producido un descenso por la prohibición de desplazamientos, pues muchos eran iberoamericanos. Se ha intentado paliar con enseñanza online y videoconferencia, pero el número total de estudiantes tanto en grado como en máster se ha mantenido, con variaciones muy pequeñas. Nadie va a interrumpir sus aspiraciones académicas por esta situación pero si el problema es económico lo vamos a paliar mediante convocatorias de becas que se están preparando.

-Tal como ocurre en la enseñanza no universitaria, ¿en la universitaria no se necesitan más profesores para garantizar ratios más pequeñas y para prever futuros contagios del profesorado?

-En nuestro caso no es necesario con esta estructura que se ha creado de enseñanza bimodal. Se ha mantenido el horario que se aprobó en el mes de enero y el calendario, por tanto no hace falta reforzar con profesorado por este motivo. Y en el caso de que un profesor tuviera que estar confinado, si está bien, podrá dar sus clases por videoconferencia, y si estuviera enfermo y de baja, como pasa siempre por otras enfermedades, su área de conocimiento es la que cubre tu docencia hasta que te recuperas.

-¿Es cierto que la UCO va a regalar mascarillas a sus 17.000 alumnos?

Vamos a regalar mascarillas a todos los miembros de la comunidad universitaria. Son mascarillas homologadas, de fabricación española, reutilizables. Todo el mundo va a tener una mascarilla de la UCO, habremos comprado unas 20.000.

-En caso de incumplimiento de las normas sanitarias, ¿qué medidas se tomarían?

-Puede haber esa persona que se despista, y a la que se le llamará la atención. El profesorado tiene el compromiso de que las normas de convivencia se cumplan dentro del aula. Pero si hay una persona, de cualquier estamento, que incumple de forma reiterada las normas, evidentemente tendrá medidas sancionadoras, se le abre un expediente disciplinario y luego lo que el instructor entienda. Lo entendemos como una falta grave porque se está poniendo en peligro la salud de sus compañeros y familia y en peligro también de que la institución o un centro se pueda cerrar, con lo cual para nosotros se considera falta grave o incluso muy grave, dependiendo de la infracción.

-¿Se están haciendo tests a todo el personal universitario? ¿se saben resultados?

-Se están haciendo y además de una forma muy organizada. Hay que agradecer al Servicio Andaluz de Salud y al distrito sanitario Córdoba la labor que están realizando de forma rápida y organizada. Han sido 3.000 pesonas en tres días, y estamos pendientes de los resultados y esperamos que no haya un número de personas afectadas importante.

-En cuanto a movilidad, hay muchos alumnos pendientes de alquilar piso en Córdoba, o de irse a estudiar a otra ciudad, y tienen gran incertidumbre. ¿Qué consejo le daría?

-Vivimos en un momento de incertidumbre. Pero tienen que tener claro que desde la universidad no estamos improvisando nada, todo se lleva planificando desde hace tiempo, con colaboración de todo el mundo. Hay una labor detrás de coordinación y de trabajo que nos da certidumbres en una situación de incertidumbre. A unos estudiantes en esta situación les diría que la docencia práctica va ser presencial, yo les aconsejaría que si pueden se vengan a Córdoba, porque vamos a intentar que la vida universitaria se mantenga, no de la misma forma, pero todas las acciones de voluntariado, culturales, de cooperación, el deporte con una modalidad online que estamos trabajando, es decir, que todo eso tiene que seguir siendo universidad y no renunciamos a la presencialidad como una seña de identidad de la Universidad de Córdoba. Y a los que se vayan fuera, que atiendan a las indicaciones de las otras universidades y de la situación sanitaria de las provincias.

-¿Se han ocupado los colegios mayores?

-Tienen ahora mismo una ratio de ocupación en la Asunción que no llega al cien por cien, pero todavía no ha acabado la matrícula. Los otros dos, Belmez y Lucano, en Rabanales, sí están ya cubiertos.

-¿De qué forma se va a ver afectado el programa Erasmus?

Por suerte, la UE ha adoptado unas medidas de flexibilidad, de tal manera que ahora mismo hay tres posibilidades. O se va al país de destino y realiza su Erasmus como siempre; se va de Erasmus a otra ciudad y sigue allí la docencia online, y tenemos alunmos estudiantes que lo van a hacer así, y también existe la posibilidad de hacer el Erasmus online desde Córdoba, en nuestro caso. Depende de cada universidad y de la estrucutra de la universidad que nos recibe. En nuestro caso ya están llegando estudiantes erasmus, que van a tener en algunas carreras la teórica online y la práctica, presencial, y van a vivir en Córdoba, que es lo importante. Este primer semestre hay una bajada general en toda España entre el 30% y 40% de alumnos que vienen y van, pero esperamos que el segundo semestre se produzca un repunte que compense esta bajada.

-Van a ser dos cursos los que afecte el covid al menos, el anterior y éste, ¿quedarán estos estudiantes estigmatizados? ¿Les va a perjudicar o sacarán buenas enseñanzas de este tiempo difícil?

-Creo que todos vamos a aprender muchísimo y ellos, con la edad que tienen, van a adquirir unas competencias y una experiencia de vida que de otra forma no hubieran tenido. Se habla del ocio nocturno y de los jóvenes, pero también muchisimos jóvenes están cumpliendo con responsabilidad, y todos esos brotes de los que se habla no son solo ocio nocturno de los jóvenes. No estigmaticemos a una generación que personalmente creo que va a salir con unas competencias personales y de capacidad de adaptarse al medio que van a ser mayores que en otras condiciones.

-Y los de primer curso, que llegan de un Bachillerato difícil, deseosos de vivir la universidad y conocer a los compañeros, ¿tendrán un trato especial?

-Para ellos, los mayores espacios que tengamos les hemos dado. Hemos adaptado salones de actos y salas que se utilizaban para otras actividades para que los estudiantes de primero tengan la máxima presencialidad posible, que será del 100% en algunos centros. Queremos esa presencialidad de los estudiantes de primero porque no se puede pasar de la pantalla del ordenador en el Bachillerato a la pantalla en la universidad.

-¿Han consensuado con los estudiantes todas las normas?

-Hay que dar las gracias a la representatividad estudiantil de la Universidad de Córdoba por ser tremendamente colaborativa y aportando ideas. Se han portado de forma ejemplar.

-¿Cuánto le ha costado a la UCO adaptar sus instalaciones a las normas sanitarias y de seguridad por la covid?

-Pues ya pasamos de los dos millones de euros y todavía están sin contabilizar partidas que van a ser muy importantes, que no sabremos hasta final de año, que son las de limpieza. La limpieza se ha incrementado considerablemente. En lugar de un turno va a haber dos, más luego hay sitios donde la limpieza va a ser continua.

-Y este dinero, ¿de dónde lo saca la UCO?

-Pues ahora mismo lo ha sacado de sus escasos fondos y esperamos que el fondo covid que ha puesto el Gobierno a disposición de las comunidades autónomas, donde un 20% es para la enseñanza superior, venga a las universidades en la medida que hemos pedido. El consejero Rogelio Velasco nos ha informado de que hay una cantidad prevista para universidades y esperemos que llegue.

-¿Y cuanto pide la UCO de ese fondo covid?

-Pues pedimos que ese dinero se distribuya fundamentalmente a las universidades, que no vaya a otro tipo de enseñanza. Y que se reparta según el número de estudiantes oficiales, de grado, máster y doctorado, esa es nuestra petición. Es lo más objetivo.

-Del nuevo modelo de financiación anunciado por la Junta, ¿hay algo nuevo?

-No hay nada nuevo, lo que sí nos gustaría es que fuese un modelo donde se premie la eficacia y la eficiencia de cada universidad. La UCO tiene esa financiación tan ajustada de la que siempre nos quejamos y es una de las que tiene mejor eficiencia. Si se mira la producción, los indicadores de universidad, y lo divides por el número de PDI, tenemos unos niveles de eficiencia muy, muy altos, que deberían ser recompensados.

-Como presidente de la CRUE, ¿cómo cree que está siendo la respuesta del Gobierno central y el de la Junta en esta pandemia con respecto a las universidades?

-Desde que empezó la pandemia, CRUE universidades españolas se puso en marcha y empezó a lanzar propuestas y medidas que consideraba oportunas al Ministerio. El ministro fue asumiendo esas propuestas, fue sirviéndonos como interlocutor con otros ministerios e instituciones, y esa coordinación nos ha permitido ir avanzando. Y con la Junta de Andalucía ha pasado algo similar. A nivel andaluz, las universidades nos hemos puesto de acuerdo, hemos mantenido reuniones de coordinación con la Consejería, y hemos hecho un marco de actuación común para mantener la actividad con calidad y preservar la salud. Por una vez nos han hecho caso, además de escucharnos. Este es el momento de las decisiones técnicas y la política tiene que estar al servicio de ellas y no al contrario.

-¿Y el estatuto del PDI?

-Esperábamos más. Se centra en solucionar problemas concretos y no en ser una vía de mejora del sistema. Para la problemática situación del profesorado asociado hemos planteado soluciones que serían rápidas y no se debería esperar al estatuto. La carrera laboral que se propone soluciona el problema de alguna comunidad autónoma en perjuicio de las competencias del Estado y del profesorado de cuerpos estatales.