-Comienza, un año más, el programa de actividades de la Cátedra Góngora de la Universidad de Córdoba. ¿Qué novedades hay para este curso?

-Junto a las ya consolidadas, contamos con tres importantes novedades: una ruta denominada Góngora y Ricardo Molina: paseos por Córdoba, un homenaje a Luis Cernuda, ya que se cumplen 80 años de su estudio sobre Góngora y el Gongorismo, y el traslado del ciclo El viaje del Dragón, que se celebraba en los clubes de lectura de las bibliotecas, a los institutos de bachillerato de la provincia, en esta ocasión, Cabra y Montilla.

-¿Qué ofrecen a la ciudadanía a través de estas actividades?

-Al ser una cátedra universitaria de proyección social, se ofrece un servicio gratuito a la ciudadanía, para que pueda aprender sobre Góngora de la mano de expertos en la materia y para que compruebe la vigencia de su estética en creadores actuales. Todo ello genera un sustrato de conocimiento y valoración que es la base para el avance cultural de una sociedad sana.

-¿Posee la literatura el papel que le corresponde dentro del ámbito universitario y en la sociedad?

-Este asunto me apasiona, pero no es fácil de explicar. Cualquier consideración sobre la literatura debe remitir a su posición en la política cultural del sistema de organización social vigente y debe asumir también, por desgracia, la instrumentalización de la misma por intereses ideológicos, políticos y económicos. Hoy parece que la literatura se identifica solo con el entretenimiento, por lo que pierde su función formativa y transformadora y se hace esclava de la sociedad de consumo. La Universidad, lamentablemente, no escapa a esa dinámica y, aunque en las facultades de letras se enseña literatura, el modo de hacerlo no siempre se corresponde con su inmenso valor y grandeza. Como nos hallamos ante la falsa democracia formal de la mediocridad y ante el espanto de la homogeneización cultural, se mantiene en su posición de poder y fuerza a las clases privilegiadas. Muchos conflictos actuales, fruto de la ignorancia, serían menores si asumiéramos la necesidad e importancia de algo como la literatura, que frívolamente se considera inútil. La enseñanza de la literatura tiene ahora mayor sentido que nunca, porque combate el desprecio a la verdad. No leer bien literatura implica, entre otros desastres, la insensibilidad ante la injusticia y la consiguiente inmoralidad de no sentirse en la obligación de rebelarse contra ella; provoca también la incapacidad para construir un lenguaje y argumentar un discurso, la entropía por una saturación informativa que no conlleva entendimiento o la falta de resistencia ante las supersticiones y manipulaciones mediáticas. La indiferencia y el desprecio hacia los textos clásicos es el caldo de cultivo del abandono de la idea de ser humano tal y como lo entendió Aristóteles. En este marco de resistencia, la literatura y la defensa de lo heterogéneo compatible con los derechos humanos se convierten en una herramienta imprescindible para construir la conciencia, fomentando el distanciamiento crítico y actuando como un muro ante la globalización neoliberal.

-¿Por qué Góngora?

-Eso es como si preguntáramos por qué en el arte islámico se estudia la Mezquita de Córdoba o por qué Medina Azahara debe ser Patrimonio de la Humanidad. La poesía de Góngora es la bella embajadora de Córdoba. Don Luis es el mayor creador cordobés de todos los tiempos, así que la UCO debe sentirse honrada al tener, por fin, una Cátedra que lleve su nombre. ¿O vamos a dejar esto, también, en manos ajenas?

-Este es el tercer año de la cátedra, ¿cómo ha evolucionado?

-Desde 2014 hemos ido creciendo en número, variedad y profundidad. Son ya casi 20 creadores los que han pasado por el ciclo Góngora Vivo; en las Tertulias del Dragón se han comentado ya unos 20 poemas de Góngora. Algunos poetas no vinculados a los circuitos oficiales ven en la Cátedra un refugio amable y un espacio de resistencia. El año pasado rendimos homenaje a Robert Jammes, el mayor experto vivo sobre la figura de Góngora. Y quiero destacar que nuestros vídeos de YouTube son seguidos en España, Francia, México, Cuba, Estados Unidos, etcétera.

-¿Qué perfil de participante es el más numeroso?

-Un público que sabe lo que quiere, que huye de los días sin huella, que desea llenar de sentido su vida intelectual y sensible. En suma, personas nutridas en el amor a la lectura. Pero le repito que nuestro público más numeroso está en todos los continentes, nuestras redes reciben miles de visitas y nuestros vídeos tienen cientos de reproducciones.

-¿Cree que hay alguna carencia que solventar en su programa para años posteriores?

-Principalmente una, y no depende de la UCO: es una lata proponer un programa de actividades y convenio en los primeros meses de cada año y que, por razones administrativas, pues entiendo que hay voluntad política, este no sea aprobado y firmado oficialmente hasta finales de año, a veces semanas antes de la justificación administrativa exigida por ley. Así es muy duro, casi imposible, planificar, organizar y trabajar. Todas las carencias derivan de esa. El apartado de la investigación no puede desarrollarse convenientemente por ese motivo. Yo quisiera desarrollar dos magnos proyectos para el 2018, pero si persisten estas condiciones absurdas no podrá hacerse. Hago público este ruego, a ver si alguien pone remedio.