Las convocatorias de becas de la Universidad de Córdoba para movilidad Erasmus del personal con fines de docencia han incrementado los destinos ofertados respecto al año pasado de 8 a 15 países y de 20 a 38 instituciones de Educación Superior. En los sucesivos proyectos de movilidad que la UCO presenta a las convocatorias anuales de propuestas Erasmus+ van incorporándose nuevas universidades en países asociados con las que los centros y su personal docente mantienen relaciones de colaboración académica e investigadora. Silvia Abad Merino, profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación, cuenta con amplia experiencia en movilidad para docencia en Europa y fuera de ella, incluyendo destinos tan exóticos como Kazajistán y Kirguistán.

-¿Cuáles son las principales ventajas de participar en el programa Erasmus de movilidad del personal universitario?

-La participación en programas de movilidad tiene múltiples beneficios personales, académicos y profesionales. Permite desarrollar una comprensión más amplia de las políticas, las prácticas y los sistemas educativos de otros países. Aumenta la competencia para ofrecer una respuesta eficaz a la creciente diversidad social, lingüística y cultural presente en nuestras aulas mediante el desarrollo de métodos de enseñanza innovadores, democráticos e inclusivos. Fortalece la cooperación entre universidades y la creación de nuevas redes que promueven la apertura internacional de los profesionales y sus instituciones.

-¿Son Kazajistán y Kirguistán destinos interesantes para nuestros docentes y estudiantes?

Con toda seguridad. Eurasia y Asia central ofrecen un contexto sociopolítico, cultural y académico extremadamente interesante. La convivencia de minorías nacionales y religiosas, las importantes expectativas de desarrollo y los desafíos de naturaleza transnacional de estos países pueden dar lugar al desarrollo de estrategias innovadoras para potenciar las posibilidades de sus comunidades. Docentes y estudiantes muestran un deseo anhelante de explorar, compartir y construir nuevos contextos democráticos dentro y fuera del aula. El alumnado es predispuesto, comprometido y extremadamente acogedor. Cuando regresas de destinos como Kazajistán o Kirguistán, vuelves con el profundo sentimiento de que recibiste mucho más de lo que pudiste ofrecer.

-¿Qué diferencias encuentra en aquellos sistemas educativos con respecto al español?

-La convergencia y la articulación de los sistemas de educación superior actuales no permiten percibir grandes diferencias respecto a la organización de las instituciones educativas. Las crecientes redes de cooperación y las estrategias de internacionalización de las universidades configuran sistemas más permeables y globalizados. Sin embargo, las relaciones institucionales y aquellas que se establecen en las aulas muestran un grado de jerarquización mayor a aquellas a las que estamos acostumbrados en el contexto español.

-¿Qué regiones o países considera que puede resultar interesante incluir en el programa?

-La comunidad académica tiene la responsabilidad y el compromiso de contribuir a la democratización de la educación en beneficio de las comunidades y sus individuos. En este sentido, India y Malasia son regiones que presentan grandes retos en términos de igualdad étnica y de género, educación inclusiva y oportunidades de aprendizaje para todas las personas. Contar con posibilidades de colaboración interuniversitaria en estos destinos tiene el potencial de involucrar activamente a nuestros profesionales y jóvenes en el desarrollo de medidas de desarrollo sostenible que aborden las necesidades de los grupos más desfavorecidos.