Un grupo de investigación de la Universidad de Córdoba, el Imibic y el hospital universitario Reina Sofía relaciona la normalización del fósforo en sangre con el descenso de una hormona dañina para el corazón. Tras un estudio clínico en 21 pacientes en tratamiento de diálisis durante 40 semanas se pudo comprobar cómo aplicando una dieta reducida en fósforo y una medicación basada en captadores de fósforo, que evitan que éste sea absorbido en el cuerpo, el grupo de pacientes reveló la corrección de los altos niveles de fósforo y produjo una disminución notable de la hormona FGF23. El esfuerzo de bajar los niveles de fósforo serviría para disminuir la concentración de FGF23 y aminorar el riesgo de problemas de circulación y del corazón.

La hormona FGF23 se origina en el hueso para comunicar al riñón que debe excretar el exceso de fósforo que el hueso está detectando.