La próxima semana se inicia el 14º ciclo Religión, Humanismo y Cultura: La memoria de Europa en un mundo global. De la identidad de Europa a la Europa de las identidades. ¿Regreso al presente? que, como explica la directora del Aula de Religión y Humanismo de la UCO -organizadora del ciclo-, María Dolores Muñoz Dueñas, abordará «algunas de las urgencias del presente con la ayuda de especialistas de reconocido prestigio». Así, el ciclo contará con la presencia de Anatxu Zabalbescoa, Rafael Mata, Pablo M. Aceña, Eduardo Moyano, Eva Vázquez, Carmen Valls, Antonio Ruiz, Pilar Bujalance, Blanca Torrent, Soledad Serrano, Ignacio Torreblanca y E. Casorella, militantes europeístas en las filas del periodismo, la geografía, la historia económica, la sociología, el derecho internacional público, la medicina, la empresa exportadora cordobesa, la política, la historia contemporánea y la ciencia. Tras ellos, el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamanndos, será el encargado de clausurar el curso con su conferencia sobre La Europa de las Universidades.

Este ciclo «ha funcionado hasta el momento como un excelente observatorio, tanto de los grandes avances europeos, que han sido innegables tanto en la integración como en la cooperación, como de sus carencias, debilidades y retrocesos», dice Muñoz.

MOMENTO CRÍTICO/ «El curso, abierto a toda la sociedad, se ofrece en un momento crítico para la Europa todavía de los 28», reconoce su promotora, quien resalta que «tiene como finalidad el análisis del fenómeno, reciente, acelerado y expansivo, del despertar de la cuestión de las identidades (religiosas, políticas, sociales y culturales) en la Europa de las democracias, tanto en los regímenes democráticos de la primera oleada constitucional de la posguerra mundial como en las novísimas centroeuropeas surgidas de la desintegración de la Unión Soviética». «En 2018, ninguna de estas democracias permanece intacta, inmune al virus de la manipulación de la Historia y del recurso tramposo en la mayoría de los casos a la memoria nacional. La apelación a las identidades nacionales retroalimenta el discurso xenófobo y pone en serio peligro la compleja y delicada arquitectura del edificio comunitario», explica la profesora quien señala que, por contraste, «en el ámbito de las iglesias cristianas, abiertas al judaísmo y al credo musulmán, el Año Lutero ha potenciado el diálogo interreligioso y ecuménico».