Los rejoneadores Pablo Hermoso de Mendoza, que cortó cuatro orejas, su hijo Guillermo Hermoso y el gran Fermín Bohórquez, que pasearon dos cada uno, salieron ayer a hombros en el prólogo ecuestre de la feria del Caballo de Jerez de la Frontera (Cádiz). Arrancó la Feria con una corrida del arte de rejoneo que hizo disfrutar, y mucho, a los tendidos, que vibraron con el sabor de Fermín Bohórquez, la maestría de Pablo Hermoso de Mendoza y las ganas de su hijo Guillermo, en el que fue su debut en ruedos españoles.

Fermín Bohórquez reaparecía en su tierra de manera extraordinaria, precisamente para abrir cartel en la presentación del joven Guillermo. Su primer toro fue un gran colaborador, noble, con movilidad y mucha fijeza, con el que el veterano jinete jerezano demostró que el tiempo parado no le ha afectado para nada. Una tarde brillante para disfrute de los jerezanos.