Forma parte de la segunda generación de una familia china llegada a Córdoba en el año 1986, cuando sus padres abrieron un restaurante en la calle La Plata. La empresa fue evolucionando, con varios restaurantes más. A todo ello hay que unir el gran almacén Chinalandia.

-¿Cuántos empleados tiene actualmente el grupo empresarial que usted dirige?

-Pues, ahora mismo, creo que son unas cincuenta personas.

-Se dice que ustedes solo dan trabajo a sus compatriotas.

-No. Aquí hay chinos trabajando, pero también hay cordobeses, y cada vez más.

-¿Y las condiciones laborales?

-Las condiciones son las que impone el mercado.

-¿Cuesta mucho salir adelante como empresario en una ciudad como Córdoba? ¿Qué es lo más difícil para un ciudadano chino cuando llega?

-Es que lo que les pasa a los chinos es que no quieren trabajar para otro. Quieren ser empresarios, no quieren ser trabajadores.

-Desde que su padre llegó a España, ¿han cambiado mucho las cosas?

-Antes los chinos veníamos buscando una vida mejor, porque China era pobre. Pero, ahora, las cosas han cambiado. Los chinos que vienen son empresarios, que tienen mucho dinero. Son los nuevos ricos y llegan para expandir su negocio, no vienen para buscarse la vida.

-De todas formas, en las ciudades como Córdoba la mayoría de los casos son bazares.

-Sí, esos todavía son los antiguos, de los primeros que llegaron, pero en los últimos años ha cambiado la cosa. A lo mejor dentro de cinco o seis años los pequeños bazares y tiendas cerrarán porque ya no serán competitivos, serán mayores y regresarán.

-Y las nuevas generaciones, como es su caso, ¿están dispuestas a seguir aquí o harán lo mismo y cuando se jubilen volverán a China?

-No, la segunda generación, que es la mía, tiene ya una mentalidad como la de los españoles. Tienen sus estudios, ya van trabajando en una empresa española o montan la suya propia. Se han adaptado a esta forma de vida.

-¿Cuál es su éxito?

-La dedicación, mucha dedicación, constancia y ahorrar para invertir e ir renovando.

-¿El bazar es un buen negocio?

-Bueno, lo que pasa es que trabajamos con un margen muy pequeño.

-Usted sabe que se dice que los chinos no pagan impuestos.

-Esa es la mentira más grande. Es una leyenda urbana que no sé de dónde ha salido. Yo tengo que pagar los mismos impuestos que cualquier otra persona.

-Y también que ustedes trabajan mucho y descansan poco.

-Sí. Es constante. Y ahorrar. Los chinos ahorran mucho. Nosotros, cuando llegamos no gastamos ni un duro, ni salimos a tomar una copa, nada. Siempre ahorrando y cuando se junta dinero es para invertir. Una vez invertido, a trabajar a tope, si es 24 horas, 24 horas, todo sacrificio.

-¿Cuál es la facturación de su grupo empresarial?

-Entre los restaurantes y Chinalandia podemos estar alrededor de los 2 millones de euros.

-¿Cómo ve el futuro económico de España?

-España, de aquí a diez años, va a ser una economía muy fuerte. Yo creo que va a subir todos los años un 4 o 5 por ciento.