Como era de esperar, el próximo martes, un día después de cumplirse el primer aniversario de la declaración de Medina Azahara como Patrimonio de la Humanidad, el yacimiento conmemorará esa efemérides de una forma especial. Para ello, se ha elaborado un vídeo mapping que se proyectará sobre el Gran Pórtico en horario nocturno, a las 22.30 horas, desde el martes hasta el sábado. Esta actividad se une al programa de visitas nocturnas al conjunto arqueológico, que comenzó esta semana y se prolongará hasta el próximo 14 de septiembre.

Y es que la llegada del reconocimiento ha convertido este año al conjunto arqueológico en escenario de muy variadas actividades que nunca se habían celebrado en sus instalaciones. Y una de ellas llegó de la mano de la novena edición del Festival de Piano Guadalquivir con la interpretación, en el Salón Basilical, del estreno mundial de Rapsodia hebrea, una obra inspirada en los cantos de sinagoga Yigdal Elohim escritos por el filósofo cordobés Maimónides y musicalizada por el compositor Danilo Lorenzini, así como una versión inédita de Scheherezade, de R. Korsakov. Los que pudieron disfrutar de ese espectáculo al anochecer entre los milenarios restos arqueológicos no lo olvidarán. Igual que también fue un hito la llegada de la música electrónica al museo de Medina Azahara. Esta fusión de pasado y futuro atrajo al centro de visitantes a un numeroso público que pudo gozar de una singular propuesta del proyecto Night Room TV mediante un evento multisdisciplinar en el que se asistió a la creación de música en directo a través de maquinaria analógica y conectó al público con la cultura, combinando paisajes, música y riqueza arquitectónica con las nuevas tecnologías.

Y el yacimiento también se convirtió en un improvisado plató de televisión con la grabación de la semifinal del concurso MasterChef Celebrity. Por otro lado, Medina Azahara se vio invadida por el numeroso grupo de artistas que participaron en el concurso de pintura rápida que organizó Diario CÓRDOBA, del que se seleccionaron nueve obras que se expusieron en septiembre en el Colegio de España en París, todo un broche de oro para el proyecto.

Además de estas actividades, la ciudad palatina vivió otro gran momento la pasada Navidad con la apertura extraordinaria y temporal del Salón Rico. Unas 2.000 personas fueron las privilegiadas que pudieron admirar con asombro una belleza y riqueza artística que transportaba fácilmente al siglo X y conocer de primera mano el proceso de su restauración y su simbólica decoración.

En definitiva, en estos últimos 12 meses la actividad se ha multiplicado en Medina Azahara debido a un reconocimiento mundial que puede aportar grandes beneficios a la ciudad y al sitio, pero no hay que olvidar que el título no es gratis y hay que saber conservarlo.