El presidente de la Gerencia de Urbanismo, Pedro García, rompió ayer su silencio y se pronunció sobre el plan que se está fraguando en torno al Cordel de Écija para levantar allí un barrio peatonal con cerca de 2.000 viviendas, equipamientos, zona comercial y de ocio, que dará vida a los terrenos baldíos existentes entre los puentes de Andalucía y de San Rafael. Como adelantó este periódico, detrás de esta iniciativa, valorada en 500 millones de euros, está el Grupo Lar. El máximo responsable de la Gerencia de Urbanismo avisó de la «complejidad» del plan que hay para el Cordel de Écija, en el que percibe «electoralismo», y de la necesidad de una innovación de PGOU y de múltiples informes. De esa forma se distanciaba del apoyo explícito que ha dado su socio de gobierno, el PSOE, al proyecto. A pesar de ello, no descarta respaldarlo si se concreta y cuenta con todos los informes necesarios.

García aludió a la «complejidad del Cordel de Écija desde el punto de vista de las propiedades» de los terrenos y del «planeamiento» urbanístico al ser necesaria «una innovación del PGOU que conlleva informes de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir» (CHG), «esa administración que tan fácil nos lo pone para todo» (dijo en sentido irónico), ya que los terrenos están en zona inundable. A esto se suman, según García, «informes de Intervención, de la Junta» y de los «técnicos». En este sentido, avisó de que «estamos hablando de centros comerciales, de muchas cosas que no se han hablado».

García, que reconoció que es una iniciativa de «una envergadura importante», criticó que «todo el mundo ha hablado sin conocer el proyecto» (en alusión a las manifestaciones que se han sucedido durante dos días de grupos políticos, comercio y vecinos) «porque lo estamos trabajando nosotros» y «los demás grupos no lo pueden conocer porque hay información que no pueden poseer porque todavía no la tienen ni los propietarios». El presidente de Urbanismo explicó que el gerente del organismo municipal, Emilio García, «lleva meses manteniendo reuniones con los arquitectos» (Pedro García del Barrio y Rafael de la Hoz) y «tenemos una importante parte de la información» pero «con esa información no se hace un proyecto ni nadie puede decir que se esté hablando de proyecto ni nada de nada, más allá de la campaña electoral». Por ello, insistió en que las cosas «hay que verlas con papeles y planeamiento urbanístico, con datos sobre los propietarios».

Anticipándose a las críticas que pueda recibir, dejó claro que «queremos hacer el proyecto, pero un proyecto que sea legal», en el que «el planeamiento urbanístico» y los informes necesarios «sean correctos» y que «cuando hablemos con el interlocutor, que sea el propietario, como mínimo». En este sentido, aseguró que «si es posible seremos los primeros que impulsaremos el proyecto, como hicimos con Rabanales 21 o con la innovación de El Álamo para la logística». De esa forma se refería a la innovación relativa al parque tecnológico que necesitó tres años y que perseguía la implantación de una zona comercial, y a la iniciativa registrada en octubre pasado en Urbanismo por Prourban El Álamo para cambiar la calificación de 455.000 metros cuadrados de terreno. García insistió en que «eran cosas concretas, que existen, y me he reunido con los empresarios y el planeamiento está ahí, existe un aval, los inversores...». Por ello, concluyó que «cuando tengamos concreción, vamos a ser los primeros en el desarrollo urbanístico de la ciudad, pero, para titulares de campaña electoral en algo tan importante, hay que ser más prudente».