El profesor José Ignacio Conde-Ruiz demandó ayer a todos los partidos políticos que firmen un pacto de Estado para acometer la reforma del sistema de pensiones en el menor tiempo posible, ante las dificultades que ya se están observando para su sostenimiento. Conde-Ruiz impartió una conferencia con motivo de la presentación de la novena edición del Anuario Económico de Córdoba 2017, a la que asistió una amplia representación de autoridades, empresarios y dirigentes de distintas instituciones y entidades. El profesor de la Universidad Complutense aseguró que el debate sobre las pensiones no se puede demorar mucho más tiempo. «El sistema de pensiones empezó a adaptarse a la nueva situación demográfica, lo que ocurre es que la última reforma está en un punto en el que el sistema es sostenible con congelación de las prestaciones o subida del 0,25%. Esta forma de conseguir la sostenibilidad no es eficiente, ni tampoco es estable, porque se repercute el coste sobre las personas que están en alta», indicó el también subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Conde-Ruiz propuso que en lugar de optar por la congelación o subidas del 0,25%, «lo que genera rechazo entre la población que ya está cobrando la pensión», lo que hay que buscar es que la prestación «sea menor, pero que esté protegida ante la subida de la inflación». A esto hay que unir una mayor prolongación de la vida laboral, que se pueda compaginar trabajo con prestaciones y que se recojan aportaciones de capital del trabajador que complementen su futura pensión. «Cuanto más tarde hagamos el cambio del sistema será más dramático porque afectará a más gente cerca de la jubilación y no es adecuado que le cambien las normas de juego a una persona cuando se va a jubilar», matizó. En este debate no se puede olvidar, como explicó, los cambios demográficos que se están produciendo en la sociedad española con la caída de la natalidad, un mayor retraso en la incorporación al trabajo de las personas, cotizaciones más bajas por los sueldos que están cobrando o el incremento de la esperanza de vida (en 30 años seremos el país más envejecido de Europa). «La gente vive cada vez más tiempo. Esto se podría solucionar algo con la inmigración o el aumento de la fecundidad, pero es complicado sostener un sistema en el que haya una persona trabajando por cada jubilado», explicó.

Por eso, hizo una serie de apreciaciones sobre la realidad que se espera en el país: «La principal lección que hay que extraer es que hay que estar activo hasta edades más avanzadas, para los jóvenes será todo muy cambiante y la formación será fundamental». Para Conde-Ruiz, es importante que se establezca un sistema de «cuentas nocionales» en el que se introduzca la capitalización «de forma voluntaria, ya sea a través de la retención en el salario o con capitalización». Este sistema se basaría en la proporcionalidad entre todas las cotizaciones y las pensiones, una edad de jubilación flexible y un ajuste automático, teniendo en cuenta lo cotizado, la edad de jubilación y la esperanza de vida. «Sería un sistema más justo y transparente que permite al trabajador compensar la caída en la tasa de sustitución, alargando la etapa laboral y facilitando la jubilación activa», afirmó. Del mismo modo, sugirió que se introduzca un segundo pilar obligatorio de capitalización con incentivo fiscal.

RECOMENDACIONES / Para asegurar unas pensiones sostenibles, Conde-Ruiz propuso la mejora de la educación, la puesta en marcha de políticas activas y el impulso de la I+D para aumentar el crecimiento de la productividad. «Hay que eliminar la precariedad laboral y la discriminación laboral hacia las mujeres para mejorar las tasas de fecundidad y alcanzar el pleno empleo», indicó. Del mismo modo, defendió una política migratoria receptiva, proteger las pensiones frente a la inflación y dotar de mayores ingresos el sistema de pensiones, para que la nueva reforma no afecte a los actuales jubilados ni a los próximos a la jubilación. «Ahora mismo el sistema es sostenible, ¿pero cuánto se va a aguantar congelando las pensiones? Se debería hacer cuanto antes», insistió, porque si no sería una reforma «más dura e injusta».

CAMBIOS DE CÓRDOBA / El director de Diario CÓRDOBA, Francisco Luis Córdoba, aseguró que en los diez años desde el inicio de la crisis se partía de una realidad muy distinta a la que vino después. «La economía cordobesa, como la de España, brillaba engañosa sobre una pompa de jabón, elevada con ladrillos de cartón», indicó. En aquella sociedad, señaló que no había un modelo sostenible de desarrollo, «pero estaba a la búsqueda de un proyecto de progreso y aferrada a ese proyecto de la capitalidad de 2016», que también «reventó como una burbuja». «Esto nos dejó lecciones a todos de orgullo y de cohesión que debían servir para romper con la pusilanimidad de Córdoba», añadió. Además, consideró que la provincia no ha incorporado un nuevo modelo productivo. «Los sectores pujantes de ahora eran los de entonces, salvo la construcción», y advirtió de que Córdoba sigue inmersa en la «prisión» permanente del paro. Eso sí, señaló que «Córdoba ha dado muestra de supervivencia en las exportaciones y en un mayor dinamismo del consumo».