Más frío que en Burgos. Los vecinos de algunos pueblos cordobeses lamentaron ayer que el refrán se hiciera realidad. Los 6 grados bajo cero de la capital castellana se quedaron cortos ante los -11,2 de Villanueva de Córdoba, los casi 10 bajo cero de Pozoblanco o los -9 de Priego.

El frío siberiano que sacude a la península se ha cebado con Villanueva de Córdoba, que registraba ayer la temperatura más baja de toda Andalucía, y con la mayoría de los pueblos, que sufrían mínimas históricas. En Pozoblanco, el dato más bajo registrado data de febrero de 1954, cuando el termómetro se paró en -7 grados. Ayer, el mercurio bajó hasta los -9,9 grados. En Rute, sus 7,6 grados bajo cero superaron todos los registros anotados durante los últimos 25 años. Además, la estación meteorológica de Sierra Boyera en Belmez marcó una temperatura de 8 bajo cero, una constante en todos los pueblos del Guadiato.

En algunos parajes de la provincia tan sólo faltaron los osos polares. En el exterior de la estación meteorológica de los depósitos de Villanueva de Córdoba, la temperatura alcanzó los 13,3 grados bajo cero. Mientras, el termómetro del santuario de Cabra se paró en menos 17 grados como consecuencia de los fuertes vientos.

Todos los pueblos amanecieron bajo cero y en la mitad, aproximadamente, nevó. Un fino manto blanco cubrió las comarcas del Norte y los pueblos de la Subbética, como Cabra, Priego o Rute, volvieron a ver la nieve tras décadas de ausencia.

En el Guadiato comenzó a nevar a última hora de la noche del miércoles. La nieve cuajó y en muchas aldeas de Fuente Obejuna permaneció durante todo el día. En Los Pedroches, la nevada llegó de madrugada y alcanzó tres centímetros de grosor en puntos de Santa Eufemia, Alcaracejos, Pozoblanco o Villanueva del Duque. Mientras, en la Subbética la nevada también se dejó notar de madrugada alcanzando a la mayoría de sus pueblos. Además, esta precipitación inusual para la provincia de Córdoba sorprendió a vecinos de varios pueblos del Alto Guadalquivir, que no se lo esperaban, como El Carpio, Villa del Río o Cañete de las Torres, entre otros.

TUBERIAS REVENTADAS El frío extremo provocó la aparición de un hielo agresivo que no perdonó a nadie. Los fontaneros de Villanueva de Córdoba estaban desbordados por el reventón de las tuberías que se habían congelado. Cuando se repuso el servicio, el agua salía negra debido a la descongelación, que arrastraba la suciedad. Esta imagen se repitió en la mayoría de los pueblos, con grifos inservibles y depósitos de agua reventados por la fuerza del hielo.

En el campo, muchos olivareros se dieron media vuelta, por el peligro de los caminos congelados e incluso por la nevada, que impedía la recolección de la aceituna. Además, las bajas temperaturas no perdonaron al ganado. Los abrevaderos congelados impedían que pudieran beber agua y pocos se libraron de los resbalones normales.